El Cardenal argentino Eduardo Francisco Pironio, declarado por Benedicto XVI Siervo de Dios el 23 de junio de 2006, está cada vez más cerca de ser beato. Hoy, el Vicario de Roma, Cardenal Agostino Vallini, presidió la sesión de clausura de la fase diocesana de su causa, con lo cual se inicia ahora la etapa romana en la Congregación para las Causas de los Santos.
Cardenal Eduardo Pironio, camino a los altares. https://t.co/RIyPkUKa4h pic.twitter.com/MWzGr9GHVA
- ACI Prensa (@aciprensa) 11 de marzo de 2016
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El Purpurado argentino ocupó importantes cargos en la Curia romana y falleció en 1998 a causa de un cáncer. Son muchos los testigos que relatan cómo vivió esa larga enfermedad abandonado en las manos de Dios.
La clausura de la fase diocesana se realizó en la Sala de la Conciliación del Palacio el Vicariato del Obispado y participaron también el Secretario General de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Carlos Humberto Malfa; y el postulador de la causa, Giuseppe Tamburrino.
Son 17 las cajas que contienen la documentación sobre la vida y virtudes del Siervo de Dios y que ahora serán estudiados por la Congregación para las Causas de los Santos.
En declaraciones a ACI Prensa, el Cardenal Vallini afirmó que "la figura del Cardenal Pironio es un bien para Roma, para el mundo, en particular para Argentina porque es su tierra, allí ha vivido, allí sirvió a la Iglesia, allí fue Pastor. Ciertamente la Argentina podrá ver a su hijo con gran honor e inspirarse para imitar su ejemplo".
Además es un testimonio para Roma "puesto que también vivió aquí" y su vida comprende también a los obispos y Pastores. "Todo sacerdote recibe un don, pero es también un discípulo en el que el don de la gracia, como en el caso de la vida del Cardenal Pironio, fructifica y se convierte en un ejemplo", señaló.
En ese sentido, "los santos son Evangelio vivido, encarnado, por lo que todos somos discípulos y todos vamos a la escuela de los santos".
Clausura de fase diocesana de causa de beatificación del Card. Pironio. Fotos @dani_ibanez18 https://t.co/RIyPkUKa4h pic.twitter.com/UGj8ZtIwBw
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Por su parte, el postulador de la causa, P. Tamburrini, dijo que "ha sido un día precioso, para mí sobre todo como conclusión de un trabajo de diez años". "Estoy contento de que hemos llegado a este momento y ahora hay que continuar con la Congregación para las Causas de los Santos, aunque no sé si yo podré seguir porque tengo 93 años, pero si puedo lo haré", afirmó.
Dijo que uno de los aspectos más destacados del Siervo de Dios es que "no hacía notar que tenía esta enfermedad. Yo lo conocí cuando era Prefecto de la Congregación para la Vida Religiosa y luego Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. Estaba ya enfermo, pero no se lo decía a ninguno".
"Cuando el Cardenal Pironio hablaba con alguien no había otra preocupación, ningún otro pensamiento en su cabeza. Hablaba con esta persona y sólo se dirigía a ella porque era lo importante en ese momento", relató a ACI Prensa.
Por su parte, el Secretario General de la CEA, Mons. Malfa, dijo que "en el Año de la Misericordia realmente es una caricia de Dios para los obispos argentinos poder haber vivido este momento tan intenso. Yo llevaré el eco de todo esto a mis hermanos, sobre todo porque reconocemos en él a un gran Pastor".
"El Cardenal Pironio fue profundamente humano y todo de Dios, y de allí surgió la riqueza abundante de su vida y de su fidelidad al Señor y al Evangelio, sirviéndolo con todo el amor todo lo que encontraba en su camino". "Nadie se acercaba al Cardenal sin sentirse profundamente amado y sin llevarse algo de Dios", destacó el Prelado.
El Papa Francisco es un gran conocedor de la figura del Siervo de Dios. En 2008, el entonces Arzobispo de Buenos Aires dijo a la revista argentina Pastores que "cuando uno hablaba con él te daba siempre la sensación de que se sentía el peor hombre del mundo, el peor pecador. Te abría un panorama de santidad desde su profunda humildad".
Su vida
El Cardenal Pironio nació el 3 de diciembre de 1920 en la localidad de 9 de Julio y fue el menor de 22 hermanos. Fue ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943 en la Basílica de Luján.
Durante el gobierno de Domingo Perón, en 1955, fue apresado en La Plata junto con el Cardenal Antonio Quarracino, entonces Arzobispo de Buenos Aires.
Se desempeñó como rector del seminario de Devoto. En 1964 fue nombrado Obispo Auxiliar de La Plata y en 1972 Obispo de La Plata.
Fue en este cargo que sufrió las principales amenazas de la dictadura militar. El diario Clarín recuerda que el 9 de mayo de 1976 desapareció la decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica de Mar del Plata, María del Carmen Maggi, episodio interpretado como una advertencia concreta hacia su propia persona.
La figura del Cardenal Pironio fue siempre muy apreciada por la Iglesia en Argentina, debido a su espiritualidad, su compromiso y su afabilidad de la mano de un cierto carisma y una trayectoria eclesial sobresaliente".
En 1977 Pablo VI lo llamó al Vaticano y en 1984 fue nombrado Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. Falleció en Roma en febrero de 1998.