En los últimos días un tuit de Mons. Roberto Lückert, Arzobispo de Coro, se volvió viral luego que se viera obligado a pedir medicinas a través de la red social para ser tratado de su enfermedad, pues la grave crisis económica ha hecho que en Venezuela haya un 80 por ciento de fallas en el abastecimiento de medicamentos.
URGENTE. Requiero Normix (Rifaximina) 200 mg y Trileptal (Oxcarbazepina) 300 mg. Si saben algo, déjenme saber por aquí. Gracias.
- Roberto Lückert León (@MonsLuckert) 6 de marzo de 2016
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En Venezuela "se está muriendo la gente por falta de medicamentos", denunció el Prelado en declaraciones a ACI Prensa. El Arzobispo, que fue dado de alta el sábado pasado, tuvo que recurrir a las redes sociales de Twitter y Facebook para conseguir "un medicamento anticonvulsivo que me ponen. Ya lo conseguimos gracias a Dios a través de unos amigos, pero no se conseguían en todas las farmacias".
Sobre su salud, indicó que "me dio un accidente con el que perdí el conocimiento y tuve que venir (el miércoles) para que vieran y estudiaran qué pasaba". Indicó que al parecer "fue una medicación que me dieron, que me hizo bajar la frecuencia cardiaca, pero ya estoy bien gracias a Dios. Mañana tengo otro examen".
Sin embargo, denunció que la población está desesperada por la falta de medicinas y por el mal manejo de los fondos en el área de salud. "En el caso de Coro, en el estado de Falcón, en estos 17 años con todo el chorro de dólares que entraron, no hay una cama nueva de hospital".
"No han hecho nada, la bonanza petrolera (el gobierno) no la han sabido aprovechar, entonces ahora tenemos esta crisis que no se va a resolver en quince días. Esto es para largo", indicó.
"Se está muriendo la gente por falta de medicamentos", insistió. "Los anticonvulsivos no se consiguen, las personas con presión alta se están muriendo porque no consiguen las medicinas para controlar la presión. Entonces ellos (el gobierno) vive diciendo mentiras haciéndole creer a la gente o al exterior de que este es el mar de la felicidad cubana".
De todo corazón y con las más ferviente piedad oro por la salud de mi padre y pastor desde siempre Monseñor Luckert. pic.twitter.com/hcqVjiBPPq
- Jorge Castillo (@opositor459) 25 de febrero de 2016
Por ello, criticó que cuando alza la voz y denuncia la escasez, el gobierno "me manda a que me quite la sotana y que forme un partido político. Para decir esto no necesito quitarme la sotana. Los convulsivos aquí en Maracaibo, la segunda ciudad importante de Venezuela, no hay en las farmacias".
Ante esta situación, el Prelado exhortó al gobierno de Nicolás Maduro a que "se sienten a ver la realidad del país y dejen de convertir el Congreso en una gallera".
"La nueva oposición, que son los chavistas, no han entendido que perdieron las elecciones (parlamentarias) y que más del 50 por ciento del país está pidiendo un cambio. Ellos no lo quieren entender y tampoco quieren entender que han dejado de ser poder en el Congreso y que el Congreso de la República no es un apéndice del Ejecutivo", expresó.
Según la Federación Farmacéutica venezolana, en el país la escasez de medicinas alcanza el 80 por ciento. Esto motivó que el viernes 26 de febrero miles de personas se movilizaran en diversas ciudades, en protesta por la falta de medidas del gobierno.
En declaraciones recogidas por la prensa local, el titular de la Federación Farmacéutica, Freddy Cevallos, pidió al defensor Tareck William Saab que interceda para que Maduro acepte la ayuda humanitaria que decretó la Asamblea Nacional hace un mes, así como la ayuda que ofreció la Organización Mundial de la Salud.
Por su parte, en enero pasado el diputado Carlos Valero dijo a la prensa que en el país falta el 70 por ciento de los 150 medicamentos establecidos por la OMS como de obligatorio acceso. Esto hace que de cada diez medicamentos solo se pueden conseguir dos.
Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, sufre una grave crisis económica y el año pasado alcanzó el nivel de inflación más alto del mundo con 180 por ciento, generando también escasez de alimentos y otros productos básicos.