Luego que ayer martes la Comisión de Constitución de la Cámara Baja aprobara el proyecto para despenalizar el aborto, los cuatro diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) que votaron en contra anunciaron que recurrirán al Tribunal Constitucional.
A pesar del rechazo de la UDI y Renovación Nacional (RN), el texto fue aprobado con ocho votos a favor y cinco en contra, debido al consenso alcanzado entre los partidos de la Nueva Mayoría (coalición del gobierno) y la Democracia Cristiana (DC).
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De esta manera la iniciativa que plantea el aborto en los casos de inviabilidad fetal, riesgo de vida de la madre y por violación comenzará a discutirse en la Comisión de Hacienda y luego pasará a la Sala de Diputados para ser revisada por los 120 miembros y así continuar su tramitación en el Senado.
"Es un día negro y triste para la historia de Chile" expresó la diputada UDI, Claudia Nogueira, ya que la aprobación "incluye prácticamente el aborto libre" por lo que "vamos a hacer reserva de constitucionalidad. Es el Tribunal Constitucional el que va a pronunciarse finalmente, porque creemos que (el proyecto) vulnera la Constitución que establece y mandata a la ley a proteger la vida del que está por nacer".
La DC, que no había comprometido su voto a favor del proyecto si no se incluía una propuesta de acompañamiento para la mujer con embarazo vulnerable, finalmente cedió ante el texto agregado al articulado que señala que "este acompañamiento incluirá acciones de acogida y apoyo biopsicosocial ante la confirmación del diagnóstico o en cualquier otro momento del proceso".
Por otra parte, se integró la obligación de denuncia ante una violación por parte del equipo médico sin necesidad de que la víctima lo autorice y deja a la víctima con la libertad de comparecer en un proceso judicial.
En tanto la ex senadora Soledad Alvear (DC), que ha presentado proyectos sustitutos al aborto, afirmó en una columna de La Tercera que "los que hemos estado en una posición contraria al aborto se nos acusa de ser simples conservadores cuyas opiniones estarían basadas en convicciones religiosas insostenibles en el debate público".
"Debemos dejar estas falsas etiquetas de lado y entrar de una vez por todas a ponderar seriamente la solidez de los argumentos que se esgrimen. La defensa de la dignidad humana sin exclusiones, lejos de ser conservadora o irracional, es la utopía en construcción -compartida por creyentes, ateos y agnósticos-más revolucionaria de la que se tenga memoria", enfatizó la abogada.
El avance del proyecto de aborto en Chile se enmarca en el comienzo del segundo periodo de mandato de la presidenta Michelle Bachelet, cuyo Gobierno ha comenzado a ejercer una fuerte presión para sacar adelante la "agenda valórica" establecida en la campaña presidencial que incluye temáticas LGTB como el matrimonio homosexual.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 1 de marzo de 2016