Vasco de Quiroga fue uno de los principales evangelizadores de México. Los indígenas Purhépechas lo bautizaron como "Tata" que quiere decir "padre". Fue el primer Obispo de la diócesis mexicana de Michoacán y actualmente está en proceso de canonización.
El Santo Padre no solo habló del Obispo en su homilía sino que contó que está usando un báculo y un cáliz que pertenecieron al Obispo vasco, una cortesía del Arzobispo de Morelia, Cardenal Alberto Suárez Inda.
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¿Cómo llegó este magistrado español a ser –como dijo el Santo Padre– "el español que se hizo indio"?
Vasco de Quiroga nació en el pueblo de Madrigal de las Altas Torres en Ávila (España) en 1470 en una familia ilustre de orígenes gallegos. Estudió humanidades y leyes en la Universidad de Valladolid (España) y en 1528 ingresó como jurista a la Real Chancillería vallisoletana, como se llamaba entonces el gobierno local.
En enero 1530 fue enviado por la reina Isabel de Castilla a México como oidor de la corte para representar al rey en esos territorios que recibían el nombre de Nueva España.
Su misión también implicaba el cuidado de las poblaciones indígenas y que estas comunidades recibieran educación. A pesar de que otros Oidores pudieron no tener un comportamiento ejemplar Vasco Quiroga sí.
Los indios que vivían en las cercanías de la capital mexicana estaban en una mala situación. Por ello construyó, en 1531, un hospital en Santa Fe para atender a enfermos y desamparados. Allí también les hablaba del Evangelio.
Posteriormente fue enviado a Michoacán, para ver el trato que se daba a los tarascos. Allí también fundó otro hospital en Tzintzuntzan, junto al lago de Pátzcuaro.
En 1535 Vasco de Quiroga tomó los hábitos como franciscano y a pesar de su reciente ingreso en la vida religiosa fray Juan de Zumárraga, entonces Arzobispo de México, avaló su nombramiento como primer Obispo de la diócesis de Michoacán.
En el año 1538, con 68 años de edad, fue ordenado sacerdote y obispo.
En su nueva misión Vasco de Quiroga fundó también el hospital de San Nicolás de Tolentino, así como una red de pueblos y comunidades autosuficientes que actualmente todavía se encuentran en las zonas mexicanas de Paracho, Quiroga, Tzintzuntzan, Santa Clara del Cobre y muchos otros en el estado de Michoacán.
Su gran trabajo social hizo que los indios le tuvieran un gran aprecio y lo llamara Tata Vasco.
En una visita del Obispo a España fundó el convento franciscano de San Bernardino en Valladolid. Escribió varios libros de doctrina y administración de los sacramentos para indios así como reglas y ordenanzas para la administración de los hospitales que fundó.
Falleció en 1565 en Uruapán durante una visita pastoral. Murió con una gran fama de santidad a los 95 años.
Actualmente está en proceso de canonización.