Por Blanca Ruiz
Manos Unidas ha presentado hoy la campaña "Plántale cara al hambre: Siembra" que realizarán los próximos tres años. Soledad Suárez, presidenta de la organización, declaró que "la lacra vergonzante de los 800 millones de personas que pasan hambre en el mundo, es una cifra que está grabada a fuego en la mente y el corazón de los miembros" de la institución.
Por ello, destacó, es "inadmisible que en el mundo una de cada 9 personas pase hambre y se desperdicie unos 130 millones de kilos de comida cada año".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En conferencia de prensa realizada esta mañana en la sede central en Madrid, Suárez resaltó que la campaña se centra en la "siembra" de recursos para que los agricultores de los países más desfavorecidos puedan disponer de tierras, agua y semillas con las que trabajar.
La idea de la campaña, explicó, es "sembrar capacidades" y formar a los agricultores para optimizar los procesos de producción así como la "siembra de responsabilidades y cooperación en los Estados" para que el derecho a la alimentación y la lucha contra el hambre sea un punto prioritario en sus políticas.
La religiosa Victoria Braquehais, socia local de Manos Unidas que sirve en Uganda, dijo al respecto que con la ayuda que recibe de la organización puede dar microcréditos a las personas más necesitados de la aldea de Kanzenze donde vive desde hace 7 años.
La hermana de la congregación de la Pureza de María también agradeció la ampliación de la escuela primaria en la que trabaja y que ahora podrá acoger a más de 400 niños.
Por su parte, Carlos Arriola, doctor especializado en desnutrición y director del Centro de Recuperación Nutricional Infantil-Dispensario Bethania de Jocotán en Guatemala, explicó las graves repercusiones que tienen la desnutrición en la población de la etnia local chortí.
Aproximadamente un 72 por ciento de los chortí padece desnutrición crónica, que provoca secuelas irreversibles en el desarrollo físico e intelectual. De ahí, por ejemplo, que la tasa de analfabetismo ronde el 78 por ciento.
El doctor Arriola ha destacado la importancia de la ayuda de Manos Unidas al desarrollo de la región guatemalteca ya que con su colaboración "se aportan herramientas para el cambio. Tenemos la obligación moral y cristiana de contribuir al desarrollo de estas personas".
Más información: http://www.manosunidas.org/plantale-cara-al-hambre-siembra/mas-informacion
