El Sínodo de la Familia entra en su recta final y mañana sábado los padres sinodales procederán a la votación del documento (Relación final) que será entregado al Papa Francisco, el cual decidirá si hacerlo público o no.
El Cardenal Peter Turkson, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, el Cardenal Gérald Lacroix, Arzobispo de Québec (Canadá); y Mons. Lucas Van Looy, Obispo de la diócesis belga de Gent, comparecieron hoy ante la prensa para informar de las últimas novedades.
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Antes, el vocero de la Santa Sede, el P. Federico Lombardi, recordó la decisión del Papa Francisco de crear un nuevo dicasterio que englobe laicos, familia y vida así como la elección también ayer de nuevos miembros de la Secretaría del Sínodo.
Lombardi explicó que entre la tarde de ayer y la mañana de hoy, el Cardenal Peter Erdo, Arzobispo de Budapest (Hungría) y Relator General del Sínodo, introdujo el borrador de la Relación final. "No ha entrado en contenidos y no ha sido un resumen del documento final", sino que habló del "espíritu sinodal", explicó a la prensa.
Para la elaboración de esta Relación final se han utilizado 1.355 "modos" o propuestas que los diferentes padres sinodales han hecho llegar a la Secretaría del Sínodo durante las tres semanas de duración. La mañana de hoy fue dedicada precisamente a las observaciones o enmiendas del borrador del documento que les fue entregado en la tarde de ayer.
También informó de la próxima publicación de una declaración del Sínodo a propósito de la situación de la familia en Oriente Medio.
En la reunión celebrada esta mañana hubo 51 intervenciones y en la mayoría se agradeció el borrador del documento final, porque "se trata de un documento mucho más ordenado que el Instrumentum Laboris (documento de trabajo del Sínodo). "Hubo una gran satisfacción y admiración por la redacción del mismo".
Uno de los temas tratados fue la relación entre conciencia y leyes morales, así como la inmigración, la formación de la gente de pastoral, la educación, la espiritualidad de las familias y el sufrimiento que padecen ante algunas situaciones.
Un camino conjunto
El Cardenal Lacroix manifestó que este tiempo "ha sido una experiencia sinodal muy importante". "He podido gozar de la experiencia sinodal, de este camino conjunto de escucha y encontrar la catolicidad de nuestra Iglesia".
Sobre los distintos puntos de vista de los obispos en el Sínodo, señaló que "nadie piensa lo mismo, es gente muy distinta. Hay que buscar todos juntos, con discernimiento, qué camino es mejor. Es imposible una postura uniforme con tanta gente".
El purpurado explicó que estos días "hemos escuchado de la Palabra de Dios que nos ha hablado y hemos tenido momentos significativos de oración".
Una de las cosas que más llamó la atención del Cardenal fue la "experiencia de los matrimonios y de los expertos". "He apreciado las palabras y enseñanzas de estas personas. A nivel de Iglesia es importante haber escuchado los sufrimientos y desafíos que estas familias enfrentan en muchos países del mundo".
El Cardenal belga también hizo hincapié en la necesidad de que los obispos, como pastores que son, acompañen a los fieles y les escuchen. "Desde ahora voy a emprender un camino repleto de esperanza, la familia es maravillosa", añadió.
Un Sínodo emblemático
Por su parte, el Cardenal Turkson dio cuenta de la "gran alegría de haber participado". "El sentido del Sínodo no se puede subestimar. Ha existido un sentido de colegialidad, también gracias a las palabras del Santo Padre estos días".
Turkson destacó que "el Papa pudo respetar las competencias de los obispos locales, que tienen un encargo en unión con la Iglesia universal. Es un camino conjunto".
"En el Sínodo apreciamos el punto de vista de los demás. Quizás no es el nuestro pero aceptamos las situaciones distintas. Es importante hablar de la caridad, de la misericordia. No solo hay que buscar soluciones para uno, sino también buscar soluciones para las personas de otros continentes".
Sobre el documento final señaló que será el conjunto de "todas las intervenciones de los padres sinodales, la homilía del Papa, la misa de introducción, la presentación del Sínodo, los relatores, los diferentes puntos de vista etc.".
"Este Sínodo hay que considerarlo emblemático de la Iglesia, porque el matrimonio es un sacramento y como tal empieza con el bautismo, que conduce a los demás", dijo en la conferencia de prensa.
El purpurado reveló además que "nos han dado unos folletos para hacer sugerencias sobre posibles futuros sínodos".
Rol evangelizador
Mons. Van Looy expresó que "ha sido un Sínodo pastoral". Fue "impresionante escuchar hablar del rol evangelizador de la familia; se le ha dado a la familia una tarea evangelizadora". Y por ello se habló de la "participación de los laicos en la evangelización del pueblo, con nosotros, los obispos. La Iglesia caminando en la evangelización".
El prelado destacó la importancia de dos palabras: misericordia y sinodalidad. Sobre la primera dijo que "es difícil en este mundo actual" y conlleva "acompañar a la persona, ayudarla; es un mensaje al mundo".
Sobre la segunda afirmó que "es un concepto difícil, una verdad, una realidad que hemos vivido estos días" y que también hace referencia a la "escucha, el acompañamiento y la integración".
Mons. Van Looy también destacó que en el Sínodo se ha hablado mucho de la necesidad de un catecumenado y de la importancia de la "comunidad cristiana".
Además explicó que es lógico que existan "ideas divergentes" pero a su vez estas "llevan a una convergencia".
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- ACI Prensa (@aciprensa) octubre 23, 2015