En una carta al alcalde de la ciudad italiana de Turín, Piero Fassino, a las autoridades y a los participantes del III Forum Mundial de Desarrollo Local, el Papa Francisco habló de la necesidad de poner a la persona en el centro de la acción política y económica, así como de otras ideas que trató en la Asamblea de las Naciones Unidas en su reciente visita a los Estados Unidos del 22 al 28 de septiembre.
"La acción política y económica es una actividad prudencial, guiada por el concepto perenne de justicia" que antes que cualquier plan o programa debe tener presente que "hay hombres y mujeres concretos, iguales a los gobernantes, que viven, luchan y sufren, que deben ser protagonistas de su propio destino".
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Por tanto, "el desarrollo humano integral y el completo ejercicio de la dignidad humana no pueden ser impuestos".
El Pontífice destaca en el texto la importancia de las decisiones adoptadas por la Comunidad Internacional que, sin embargo, "corren el riesgo de caer en un nominalismo declamatorio creando un efecto tranquilizador sobre las conciencias".
"El desarrollo económico local parece ser la respuesta más adecuada a los desafíos que nos presenta una economía globalizada y a menudo cruel en sus resultados", asegura el Papa.
Asimismo, Francisco recuerda su intervención en la ONU, donde habló de cómo la medida del cumplimiento de la nueva Agenda para el desarrollo, sería el acceso efectivo, práctico e inmediato de todos a los bienes materiales y espirituales indispensables.
"El único modo de cumplir de forma permanente y real estos objetivos es trabajando a nivel local".
A su vez señala que la actual crisis mundial ha demostrado cómo las decisiones económicas son insostenibles incluso para la marcha de la economía global. Se trata de decisiones "inmorales" por no plantearse qué es justo o qué es realmente necesario para el bien común.
En la última parte del mensaje elogia el pensamiento cristiano en Italia a través de figuras importantes que han seguido la línea trazada por Papa León XIII en la Encíclica Rerum Novarum. Estos personajes, destaca el Papa, supieron ofrecer un análisis económico que partiendo del ámbito local y territorial, propusieron opciones y directrices para la economía mundial, así como buena parte del pensamiento social laico.