El abogado y vocero de Voces Católicas en Chile, Alejandro Álvarez, criticó los ataques que algunos medios han lanzado contra Mons. Juan Barros, Obispo de Osorno, a quien tratan de vincularlo –sin pruebas- a los abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima, solo por haber sido de su círculo cercano.
En una entrevista a ACI Prensa, Álvarez recordó que en el proceso civil que encontró culpable a Karadima, también "se realizaron acusaciones en contra de Mons. Barros por (supuestamente) encubrir los hechos de Karadima, pero ninguna de ellas quedó demostrada".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Fundamentalmente se decía que Mons. Barros sabía y estuvo presente en algunos de estos hechos, algo que no se ha podido demostrar. Sólo lo mencionaban pero no daban cuenta de cómo podrían demostrar que él estuvo ahí, o que alguien más que pueda sostener que él entró en esos días. Además, según los relatos de los hechos, coincidía que efectivamente Barros esos días no estuvo en la parroquia y en otros casos ni siquiera estaba en Chile", señaló.
En ese sentido, "la acusación en cuanto a su consistencia nunca ha sido demostrada" y "para todos los efectos, Mons. Barros es inocente de todo lo que se le acusa hasta que se demuestre lo contrario y aquí no se ha demostrado nada".
El abogado recordó que en el proceso civil contra Karadima, la sentencia quedó sin efectos por prescripción, por lo tanto, desde el punto de vista civil no se pudo condenar al sacerdote. No obstante, "la investigación y los hechos quedaron acreditados y ese es un dato objetivamente relevante".
"Quedó acreditado que Karadima había realizado abusos, pero no quedó acreditado bajo ninguna circunstancia ni el encubrimiento ni la participación de Mons. Barros. En el expediente y conocimiento que yo tengo no hay ningún otro que haya sido identificado encubridor particularmente y que haya sido efectivamente demostrado", afirmó.
Juicio eclesial
Álvarez recordó que al mismo tiempo la Iglesia inició un proceso canónico contra Karadima "que fue mucho más exhaustivo que el proceso civil, porque evidentemente el proceso canónico evalúa muchos más antecedentes que tienen que ver incluso con aspectos más personales de las conductas".
"En este mismo proceso canónico se investiga también a Barros", señaló Álvarez. "Y en la investigación canónica nuevamente no se establece que Barros tenga participación ni como encubridor ni como cómplice, ni ninguna relación que lo implique con los abusos que cometió Karadima".
Para los efectos, "esta es la verdadera instancia que condena a Karadima", sostuvo el abogado, "y lo tiene hasta el día de hoy encerrado en un convento para que no haga más daño y logre enmendar con una vida de oración y penitencia todo el daño que causó a esas personas y a la Iglesia".
El abogado destacó que "la Iglesia investigó mucho más que la justicia civil, lo que pasa es que la investigación eclesiástica no es pública. De hecho, la justicia eclesiástica es mucho más dura en su condena respecto de Karadima que lo que señala la justicia civil. Por eso esta última tenía tanto interés en obtener la condena canónica".
Respaldo a Mons. Barros
En ese sentido, el abogado se refirió al video en el que el Papa Francisco defiende la inocencia de Mons. Barros y critica las manipulaciones del caso. "El Papa como buen líder es capaz de tomar decisiones impopulares si él tiene la convicción y conciencia de qué es lo correcto y justo, y eso fue lo que hizo".
El Papa expresó que la Iglesia en Osorno "perdió la libertad dejándose llenar la cabeza por políticos juzgando a un Obispo sin ninguna prueba después de 20 años de ser Obispo. Así es que piensen con la cabeza, no se dejen llevar de las narices de todos los zurdos que son los que armaron la cosa".
Las palabras de Francisco provocaron escándalo en quienes acusan a Mons. Barros. Sin embargo, el abogado indicó que "el criterio que el Papa puso a la vista a la hora de nombrar a Mons. Barros, y lo dice públicamente, es que no hay ningún elemento que acuse ni demuestre la culpabilidad de este Obispo y por lo tanto sí es inocente tanto civil como canónicamente".
"El Papa, que es el que guía la Iglesia, debe tener una visión evidentemente mucho más trascendente que la nuestra y alejada de ideologías, bandos y ver el porvenir de la Iglesia a mucho más largo plazo. Me parece que en esta línea es que ha tomado ese tipo de decisiones. El Papa tomó esta decisión y tiene la convicción de que es ese el Obispo que debe estar en
Osorno y lo envió allá", afirmó.
Juicio mediático sin pruebas
Sin embargo, advirtió que los medios condenaron a Mons. Barros "no obstante que ni los tribunales de justicia en Chile, ni los tribunales canónicos en el Vaticano" encontraron pruebas en su contra. "Es decir, es inocente civil y canónicamente hasta que no se demuestre efectivamente lo contrario", afirmó el abogado Álvarez.
El abogado recordó que "hubo un caso en Chile de un funcionario del Banco Central que fue acusado por su mujer de haber abusado de sus hijos. Fue un caso muy mediático y todo el mundo repudió a este señor hasta decir basta. Pasó el tiempo y en las escaramuzas de la justicia se logró demostrar que la mujer indujo a sus hijos a establecer esos relatos y se estableció que ese hombre era completamente inocente".
"¿Crees que alguien le dio cobertura a eso? Nadie, de hecho, las personas que hoy se acuerdan de él sostienen que es culpable y la verdad es que la justicia lo declaró inocente", señaló.
Álvarez recordó que "la presunción de inocencia es un principio jurídico fundamental". "Si consideras a una persona culpable, no basta con apuntarlo, sino que hay que demostrarlo, y en el caso de Barros esto no ha sucedido", señaló.
"Mi impresión es que ni las víctimas de Karadima ni quienes lo acusan han podido demostrar que efectivamente Barros es cómplice o encubridor. Es más bien una suposición y una acusación de tal gravedad que demostrarla es lo mínimo que se pide", observó Álvarez.
El abogado expresó su solidaridad con las personas que son víctimas de abusos, en ese sentido, pidió que "si tienen elementos y antecedentes de este caso que lo hagan llegar a la justicia y a un procedimiento canónico para que efectivamente se demuestre esa culpabilidad que señalan".
El abogado explicó que Mons. Barros podría presentar una querella por injurias y calumnias contra quienes lo acusan sin pruebas, pero "él ha dicho públicamente que no lo piensa hacer porque entiende el dolor, rabia e impotencia que sienten las víctimas".
Mons. Barros fue nombrado por San Juan Pablo II como Obispo Titular de Bilta y Auxiliar del Obispo de Valparaíso en 1995. El año 2000 fue nombrado Obispo de Iquique hasta el 2004 cuando asume como Obispo Castrense de Chile hasta 2015, momento en que
el Papa Francisco lo nombra Obispo de Osorno.