El Papa Francisco recibió esta mañana a la Fundación del Banco de Alimentos de Italia en el Aula Pablo VI del Vaticano y denunció que el hambre se ha convertido en un "verdadero escándalo". A su vez, pidió a los miembros que se acerquen a los necesitados con amor, vean en ellos al mismo Cristo y se conviertan en sus "amigos" y "hermanos".
Francisco comenzó su discurso agradeciendo la tarea de repartir alimentos, de manera voluntaria, a los más necesitados.
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En este sentido les pidió: "no olviden que son personas y no son números, cada uno con su carga de dolor que a veces parece imposible llevar", expresó.
"Mírenles siempre a la cara, denles la mano, vean en ellos la carne de Cristo y ayúdenles también a reconquistar su dignidad y a ponerse en pie".
"Les animo a ser hermanos y amigos para los pobres, a hacerles sentir a ellos que son importantes a los ojos de Dios".
El Papa denunció que "el hambre ha asumido hoy las dimensiones de un verdadero 'escándalo' que amenaza la vida y la dignidad de muchas personas: hombres, mujeres, niños y ancianos".
"Debemos enfrentarnos a esta injusticia: en un mundo rico de recursos alimentarios, gracias también a los enormes progresos tecnológicos, son demasiados aquellos que no tienen lo necesario para sobrevivir; y esto no solo en los países pobres, sino también en las sociedades ricas y desarrolladas", advirtió el Papa.
En su opinión, "la situación se agrava por el aumento de los flujos migratorios, que llevan a Europa a miles de refugiados, fugitivos de sus países y necesitados de todo".
Francisco recordó el Evangelio en el que Jesús dice: "Tuve hambre y me dieron de comer".
"Vemos en el Evangelio que el Señor cuando se da cuenta de que la muchedumbre llegada para escucharlo tiene hambre, no ignora el problema, y tampoco hace un discurso sobre la lucha de la pobreza, sino que realiza un gesto que deja a todos atónitos: toma aquello que los discípulos han llevado consigo, lo bendice, y multiplica los panes y los peces, tanto que al final 'llevaron doce cestos llenos de pedazos'".
El Pontífice aseguró que todos pueden hacer "algo humilde y que tenga la fuerza de un milagro" para luchar contra el hambre.
"Primero que todo podemos educarnos en la humanidad, a reconocer a la humanidad presente en cada persona, necesitada de todo".
Sobre el Banco de Alimentos señaló que sus fundadores "comprendieron que algo debía cambiar en la mentalidad de las personas, que los muros del individualismo y del egoísmo debían ser abatidos".
El Santo Padre les pidió continuar "con fidelidad" desarrollando "la cultura del encuentro y compartiendo".
"Su contribución –les dijo- puede parecer una gota de agua en el mar de lo necesario, pero en realidad es precioso".
"Junto a ustedes otros también hacen cosas, y esto hace más grande el río que alimenta la esperanza de millones de personas", aseguró.
En definitiva, "compartir lo que tenemos con aquellos que no tienen los medios para satisfacer una necesidad así primaria nos educa en esa caridad que es un don desbordante de pasión por la vida de los pobres que el Señor nos hace encontrar".
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http://t.co/nWDHnnRwiC Discurso del #PapaFrancisco a la #FAO sobre la lucha contra el hambre pic.twitter.com/H3Ll22WwIh
- ACI Prensa (@aciprensa) junio 12, 2015