En su nueva columna semanal titulada "Trabajar con amor", Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, continuó con la reflexión que ha venido haciendo desde semanas atrás en sus columnas sobre el sentido espiritual y el carácter sagrado del trabajo para los cristianos.
Según el Prelado, "Dios quiere que nuestro trabajo sea una especie de culto, una ofrenda de amor hacia Él, una manera de darle gracias y de alabarlo. San Pablo solía decir: 'Cualquier cosa que hagan, háganla completamente para gloria de Dios' ".
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"Todo nuestro trabajo, incluso las tareas más pequeñas y menos notorias que ejecutamos durante el día, puede ser una 'labor de amor'. Lo único que se necesita es realizarlo con la intención correcta y hacerlo para la gloria de Dios y para el servicio de los demás", manifestó.
Asimismo, Mons. Gómez indicó que el sentido del trabajo se encuentra en las enseñanzas de Jesús a lo largo del Evangelio, y que está "maravillosamente expresado" en la Eucaristía.
En la Misa, cuando el sacerdote hace la oración durante el ofertorio, menciona que el pan y el vino son fruto del trabajo del hombre y el don de la creación de Dios. En ese momento "le ofrecemos estos dones a Dios en acción de gracias y para alabanza y gloria de su nombre".
"Todo nuestro trabajo debería ser así, debería ser 'eucarístico'. Deberíamos ofrecerle a Dios lo que hacemos, para su gloria y para servicio de nuestro prójimo", comentó el Prelado al respecto.
También recordó las palabras del Papa Francisco sobre el trabajo cuando este dijo que "es propio de la persona humana. Expresa la dignidad de ser creados a imagen de Dios. Por lo tanto, se dice que el trabajo es sagrado".
Por otro lado, Mons. Gómez indicó que en las Sagradas Escrituras "Jesús reveló que el trabajo es fundamental para la dignidad humana y para darle a nuestras vidas el sentido que Dios contempló en su plan".
El Prelado explicó que Jesús trabajó durante la mayor parte de su vida adulta como carpintero, igual que su "padre" terrenal. Por ello, cuando Cristo comenzó a predicar, todos sus vecinos se sorprendieron porque "no podían creer que este hombre al que conocían 'solamente' como carpintero pudiera estar hablando con tanta autoridad".
"En sus enseñanzas, Jesús utilizaba frecuentemente ejemplos del mundo del trabajo, de la industria y de las finanzas, especialmente cuando hablaba en sus parábolas. Habló acerca de los agricultores que sembraban las semillas y recogían la cosecha, acerca de los trabajadores y sus salarios, de propietarios e inquilinos, de talentos e inversiones, de deudas y de pago de intereses", señaló.
El Arzobispo de Los Ángeles añadió que Cristo hablaba a partir de su experiencia laboral y utilizaba ejemplos relacionados al trabajo para que la gente pudiera entenderlo, debido que muchos de sus seguidores eran comerciantes y asalariados.
Lea la columna completa aquí:
"Trabajar con amor", nueva columna de @ArchbishopGomez en @aciprensa http://t.co/WbHgeNsKGp
- ACI Prensa (@aciprensa) septiembre 8, 2015