Un obispo francés condenó enérgicamente el último ataque realizado a inicios de este mes en el cementerio de Labry -ubicado en la región de Lorena al noreste de Francia-, específicamente contra los símbolos cristianos en 40 tumbas.
Este tipo de hechos comenzaron a ocurrir, cada vez con mayor frecuencia, desde el año pasado.
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Al respecto, las autoridades del campo santo dieron a conocer un comunicado oficial en el que recuerdan que Mons. Jean-Louis Papin, Obispo de Nancy y Toul, explica que un "cementerio es un lugar sagrado y debe ser respetado. Nada justifica este tipo de actos y estos merecen ser firmemente condenados".
También expresó que no debe haber ninguna confusión o engaño durante las investigaciones de la policía y se unió al dolor de las familias cuyas tumbas de sus seres queridos fueron profanadas.
Por su parte, el P.Gerard Cappannelli, párroco de la iglesia de Sainte Claire, dijo a los medios que los autores de estas profanaciones -que sería un par de adolescentes góticos- deben "respetar a un cementerio como uno se respeta a sí mismo".
De mal en peor
Estos no han sido los únicos atentados que se realizaron contra las tumbas cristianas durante este año. Según Radio Vaticana, esta profanación al cementerio de Labry sería la quinta contra los cementerios de la zona desde inicios de año.
Además, el 26 de julio se reportó que en Villette-de-Vienne (Isère), 22 tumbas fueron profanadas. El periódico La Dauphine señala que las lápidas y los símbolos religiosos fueron dañados. Los autores ingresaron a dos sótanos e intentaron forzar dos ataúdes. La policía continúa realizando una investigación sobre este caso y señalaron que los profanadores no llegaron a tocar los cuerpos.
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- Marie-Pierre Amilhau (@mpaTroyes) julio 31, 2015
En abril de este año, un joven musulmán ingresó al cementerio francés Saint-Roch de Castres en la localidad de Tarn (sur de Francia) y profanó 216 tumbas cristianas.
En aquella oportunidad, el P. Philippe Basquin, sacerdote de la diócesis de Castres en donde está ubicado el cementerio, dijo en declaraciones a ACI Prensa que el hombre no abrió las tumbas ni profanó los cadáveres pero sí "buscó y destruyó todos los elementos alusivos a la fe cristiana. Destruyó las cruces y las estatuas de la Virgen María".
Por otro lado, en ese mismo mes el ministerio del interior explicó a la prensa que de los 807 ataques realizados contra lugares de culto de diversas confesiones durante el año pasado, 673 fueron contra lugares cristianos.
"Pedimos a las autoridades que muestren su desaprobación contra estos ataques. Me parece esencial que protejamos estos lugares: ¡no se trata de meras salas de reuniones! Las profanaciones son un atentado contra los cristianos, pero también contra todos los franceses", expresó entonces a Le Figaro Mons. Ribadeau Olivier Dumas, portavoz de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF).