"Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia" es el lema que el Papa Francisco ha establecido para la 102° Jornada Mundial de los Emigrantes y Refugiados que se celebrara el 17 de enero de 2016.
El lema ha sido dado a conocer hoy por el Pontificio Consejo para la pastoral de los Emigrantes e Itinerantes.
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Según señala Radio Vaticano, el lema elegido por el Santo Padre se ubica en el contexto del Año de la Misericordia, y evidencia dos aspectos importantes de esta realidad. La primera parte del lema: "Emigrantes y refugiados nos interpelan" presenta la dramática situación de muchos hombres y mujeres, obligados a abandonar sus propias tierras, como las recientes tragedias ocurridas en el mar entre África y Europa.
Ante el evidente riesgo que este fenómeno sea olvidado, el Pontífice presenta el drama de los emigrantes y refugiados como una realidad que nos debe interpelar. En este sentido se ubica la Bula Misericordiae vultus cuando afirma: "no caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye".
"Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio… Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo".
La segunda parte del lema: "La respuesta del Evangelio de la misericordia" busca relacionar de modo explícito el fenómeno de la migración con la respuesta del mundo y, en particular, de la Iglesia.
En este contexto, el Santo Padre invita al pueblo cristiano a reflexionar durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales, entre las que se encuentra la de acoger a los forasteros. Sin olvidar que Cristo mismo está presente entre "los pequeños", y que al final de la vida seremos juzgados por el amor.