La imagen peregrina de la Virgen de Fátima visitará Damasco (Siria), el próximo 7 de septiembre en respuesta al llamado de los obispos de Oriente Medio "e incluso de Asia, que están siendo testigos del exterminio de los cristianos" a manos de extremistas musulmanes como el Estado Islámico (ISIS) ante la indiferencia de la comunidad internacional.
El anuncio lo hizo el viernes el Obispo de Leiria-Fátima (Portugal), António Marto. El Prelado dijo que esta es una manera de oponerse al "fanatismo y la intolerancia" que padecen los fieles.
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El Obispo portugués recordó el llamado del Papa Francisco para frenar la persecución de los cristianos en Irak y Siria por parte del Estado Islámico, un grupo fundamentalista que tuvo sus orígenes en Al Qaeda. Hay que tener una "particular atención hacia los cristianos perseguidos por la intolerancia y el fanatismo fundamentalistas", indicó.
Siria vive "un drama que llora y clama al cielo por una solidaridad urgente, efectiva, eficaz, a nivel internacional", por parte de la ONU y de la Unión Europea, señaló.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, desde el inicio de la cruenta guerra civil a mediados de marzo de 2011 tiene documentadas unas 220.000 muertes. Sin embargo, indicó que esta cifra podría ser mayor e incluso llegar a los 310.000 fallecidos, pues hay decenas de miles de personas desaparecidas.
El más reciente episodio de barbarie ocurrió este domingo, cuando aviones del gobierno sirio atacaron un mercado en la localidad de Duma, cerca a Damasco, considerado uno de los bastiones de grupos rebeldes. El bombardeo dejó cerca de cien muertos y decenas de heridos.
Asimismo, el Obispo caldeo de Aleppo, Mons. Antoine Audo, denunció que desde hace 14 días la población sufre la falta de agua.
"La situación es terrible. Ayer me han dicho que volvió a haber un poco de agua, pero en breve será el mismo problema: los yihadistas atacan los pozos de agua para llevar a la gente a la desesperación. Además, permanece por todas partes la situación de inseguridad. Pienso que es una estrategia: no quieren una solución política", señaló a Radio Vaticana.