El Papa Francisco envió un mensaje al Cardenal Peter Turkson, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, con motivo del encuentro "Una jornada de reflexión, unidos a Dios escuchamos un grito" que desde hoy y hasta el próximo 19 de julio se desarrolla en Roma sobre las problemáticas de la minería.
En el mensaje, el Pontífice asegura que "partiendo de la dignidad humana es como se crea la cultura necesaria para hacer frente a la crisis actual" y anima a todos los que trabajan en la minería a cuidar el medio a ambiente y alzar su voz contra las injusticias, la corrupción, la esclavitud y toda forma de violación de los derechos humanos.
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El Santo Padre indica que una de las finalidades del encuentro es "que se escuche el grito de tantas personas, familias y comunidades que sufren directa o indirectamente por las consecuencias a menudo, demasiado negativas, de la minería".
Se trata de "un grito por la tierra perdida; un grito por la extracción de riquezas del suelo que, paradójicamente, no ha producido riqueza para las poblaciones locales que siguen siendo pobres; un grito de dolor en respuesta a la violencia, a las amenazas y la corrupción; un grito de indignación y de apoyo por las violaciones de los derechos humanos, discreta o descaradamente pisoteados por cuanto respecta a la salud de las poblaciones, por las condiciones de trabajo, a veces por la esclavitud y la trata de personas que alimenta el trágico fenómeno de la prostitución".
Es también, prosiguió, "un grito de tristeza e impotencia por la contaminación del agua, del aire y del suelo; un grito de incomprensión por la carencia de procesos inclusivos y del apoyo de las autoridades civiles, locales y nacionales, que tienen el deber fundamental de promover el bien común".
Francisco, recordando su encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de la creación, asegura que con ella "he querido lanzar un llamamiento urgente a colaborar en el cuidado de nuestra casa común, para contrastar las dramáticas consecuencias de la degradación ambiental en la vida de los pobres y excluidos, y avanzar hacia el desarrollo integral, incluyente y sostenible".
En este sentido, "todo el sector minero está indudablemente llamado a efectuar un cambio radical de paradigma para mejorar la situación en muchos países".
El Papa afirma luego que todas las personas que trabajan en la minería "están llamadas a adoptar un comportamiento inspirado en el hecho de que constituimos una sola familia humana, que todo está relacionado, y que el auténtico cuidado de nuestra propia vida y nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás".
El Santo Padre anima también a considerar la manera de "interactuar constructivamente con todos los demás actores involucrados, en un diálogo sincero y respetuoso".
El encuentro fue presentando esta mañana en la Sala de Prensa del Vaticano. Allí, el Cardenal Turkson aseguró que es una iniciativa a un nivel más alto por celebrarse en el Vaticano, pero recordó que "ha habido otras parecidas organizadas también por la Iglesia a nivel local".
Además explicó que tienen la esperanza de formular algunas propuestas que sean después tomadas en cuenta por los dueños de compañías mineras o incluso por los gobernantes.
Participarán personas de numerosos países como India, Chile, Brasil, Congo, entre otros; y servirá de preparación para otro encuentro que se celebrará en septiembre con dirigentes y representantes de diversas compañías dedicadas al mineral.