Por Blanca Ruiz
El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, P. José María Gil Tamayo, dijo que el sí a la vida es "un principio de humanidad reforzado por el Evangelio" y que "nunca se puede legitimar la muerte de un inocente" a través del aborto.
La afirmación del vocero se da cuando en España el congreso de los diputados ha aprobado la llamada "mini" reforma de la ley del aborto por la que las menores de edad tienen que tener el consentimiento de sus padres para poder someterse a esta práctica. Esta modificación deja intacta el resto de puntos de la actual ley del aborto.
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El sacerdote ha animado a las madres que se encuentran en esa situación a ser "en tiempos recios, amigos fuertes del Señor", haciendo alusión a una frase de Santa Teresa de Jesús.
"A esas jóvenes que tienen que estar pasando situaciones tan difíciles y dramáticas ante la tragedia aborto, les digo: 'en tiempos recios, amigos fuertes de Dios'. Y qué tiempos más recios que ante el dilema de una madre que con esa corta edad opta por ser fuerte y decir sí a la vida. Es un principio de humanidad reforzado por el Evangelio", ha precisado el sacerdote.
El portavoz de la CEE también ha recordado unas palabras que San Juan Pablo II dijo en uno de sus viajes a España: "nunca se puede legitimar la muerte de un inocente".
Por su parte, la plataforma Derecho a Vivir ha declarado que "el gobierno ha utilizado a la sociedad española para obtener votos jugando con el derecho a la vida".
Desde la plataforma provida, que tiene convocada su VI Marcha por la Vida para el próximo 25 de octubre, se ha señalado que "las presiones que se han ejercido desde el Gobierno sobre todo aquel que se ha opuesto al mantenimiento de la ley Aído son inaceptables y han evidenciado que el Partido Popular ha utilizado a la sociedad española para obtener votos jugando con un tema tan importante como el derecho a la vida, y adquiriendo un compromiso que ha incumplido de una manera flagrante".
La portavoz de Derecho a Vivir, la doctora Gádor Joya, se ha mostrado esperanzada: "sabemos que tarde o temprano esta ley será derogada, cuando por fin los gobernantes comprendan que están al servicio de la sociedad y de la defensa del más débil y se decidan a promover políticas progresistas que son las que verdaderamente lograrán sacarnos de esta crisis social, moral y demográfica que España está viviendo".
