El Papa Francisco se encontró este jueves con los sacerdotes, religiosos y seminaristas de Bolivia, y les contó una anécdota para animarlos a no ser indiferentes al grito de dolor de los fieles, ni "callarlos" cuando piden una atención, una bendición. Al pueblo de Dios "dale una caricia, por favor, decile que Jesús lo quiere", pidió el Santo Padre.
En el encuentro realizado en el Coliseo Don Bosco, el Papa reflexionó sobre el pasaje evangélico del ciego Bartimeo, que al oír que pasaba Jesús, comienza a clamar a gritos compasión para él.
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Pensemos en las reacciones de los discípulos, "pensemos en las distintas reacciones de los obispos, los curas, las monjas los seminaristas a los gritos que vamos sintiendo o no sintiendo", pidió el Papa.
Al pueblo de Dios "dale una caricia, por favor, decile que Jesús lo quiere", dijo el Papa.
Para graficarlo, Francisco se animó a contar "una anécdota" que vivió en 1975:
"Yo le había hecho una promesa al Señor del Milagro de ir todos los años a Salta (Argentina) en peregrinación para el Milagro si mandaba 40 novicios…mandó 41 (risas).
Bueno, después de una concelebración porque ahí, como en todo gran Santuario, Misa tras Misa, confesiones, imparable. Y yo salía, hablando con un cura que me acompañaba y estaba conmigo, había venido conmigo y se acerca una señora ya a la salida con unos santitos. Una señora muy sencilla, no sé, sería de Salta o habría venido de no sé dónde que a veces tardan días en llegar a la capital para la Fiesta del Milagro.
- Padre, ¿me lo bendice? - le dice al cura que me acompañaba.
- Señora ¿Usted estuvo en Misa?
- Sí padrecito.
- Bueno, ahí la bendición de Dios, la presencia de Dios, bendice todo, todos los santos.
- Sí padrecito, sí padrecito.
- Y después la bendición final bendice todo.
- Sí padrecito, sí padrecito.
En ese momento –dice Francisco–, sale otro cura, amigo del que me acompañaba y le dice '¡Oh! ¿Tú acá?'. El cura que estaba conmigo se da la vuelta y la señora, que no sé cómo se llamaba, digamos la señora 'Sí Padrecito', me mira y me dice, 'Padre, ¿me lo bendice usted?'".
"Los que siempre le ponen barreras al pueblo de Dios, los separan, escuchan, pero no oyen, le echan un sermón, ven pero no miran", señaló el Papa a los sacerdotes y consagrados, a quienes recordó que "somos testigos del amor sanador y misericordioso de Jesús".
El texto completo se encuentra en https://www.aciprensa.com/noticias/video-y-texto-discurso-del-papa-francisco-a-sacerdotes-y-vida-consagrada-en-bolivia-37497/
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