El Papa Francisco reiteró hoy que la unidad de los cristianos es una de sus principales preocupaciones y por eso "no dejo nunca de rezar a Dios".
Esta mañana, el Santo Padre recibió en audiencia a la Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla en ocasión de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, que se celebra el próximo lunes 29 de junio.
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En el encuentro pidió profundizar "en el conocimiento y la estima recíprocas" para superar "todo prejuicio e incomprensión" y afrontar "las dificultades que todavía existen".
La delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla estuvo presidida por Su Eminencia Ioannis Zizioulas, Metropólita de Pérgamo; Su Eminencia Maximos, Metropólita de Silyvria, y por el Padre Heikki Huttunen, de la Iglesia Ortodoxa de Finlandia.
El Papa recordó la visita que realizó a Turquía en noviembre de 2014 y su encuentro con el Patriarca Bartolomé I, así como con los fieles de la Iglesia Ortodoxa. En aquella ocasión, celebraron juntos una vigilia ecuménica y el Papa participó de la Divina Liturgia en la Iglesia Patriarcal de San Jorge.
Allí ambos pidieron "que esté cercano el día en el que la plena comunión visible entre ortodoxos y católicos sea restablecida".
El Papa Francisco aseguró hoy que el abrazo de paz intercambiado en noviembre con el Patriarca Bartolomé "fue signo elocuente de aquella caridad fraterna que nos anima en el camino de reconciliación y que nos permitirá un día participar juntos en la Mesa Eucarística".
"El alcance de esta meta, sobre la cual estamos encaminados con confianza, representa una de mis principales preocupaciones, por la cual no dejo nunca de rezar a Dios", dijo.
El Santo Padre pidió que "puedan multiplicarse las ocasiones de encuentro, de intercambio y de colaboración entre los fieles católicos y ortodoxos, de modo que, profundizando en el conocimiento y la estima recíprocas, se pueda superar todo prejuicio e incomprensión, legado de la larga separación, y afrontar, en la verdad pero con espíritu fraterno, las dificultades que todavía existen".
A este trabajo contribuye la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa, a la que el Papa agradeció su labor. "Los problemas que se pueden encontrar en el curso del diálogo teológico no deben inducir al desánimo o a la resignación", aseguró.
Además, el Santo Padre subrayó que "el examen cuidadoso de cómo se articulan en la vida de la Iglesia el principio de sinodalidad y el servicio del que preside ofrecerá una contribución significativa a la promoción de las relaciones entre nuestras Iglesias".
En el discurso que les dirigió, Francisco resaltó que "su presencia en las celebraciones de nuestra fiesta testimonia todavía una vez más la profunda relación que une las Iglesias hermanas de Roma y de Constantinopla, prefigurado por el vínculo que une a los respectivos Santos patronos de nuestras Iglesias, los Apóstoles Pedro y Pablo, hermanos y de sangre y en la fe, unidos en el misterio apostólico y en el martirio".
Por último, Francisco aseguró sus oraciones para el Sínodo Pan-Ortodoxo, que estará dedicado a la solución de algunos problemas internos de las Iglesias ortodoxas y se celebrará en Estambul (Turquía) en 2016.
El Papa también les pidió rezar por la próxima Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos de la Iglesia Católica sobre la Familia que se celebrará del 5 al 25 de octubre.
El Santo Padre no quiso pasar la ocasión sin agradecer el aporte del Patriarca Bartolomé en la encíclica "Laudato Si', sobre el cuidado de la casa común" publicada el 18 de junio. La presentación a los medios de comunicación contó con la presencia de Su Eminencia Ioannis Zizioulas, Metropólita de Pérgamo, al que Francisco le agradeció en esta audiencia haber participado.