Mons. Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones, declaró en relación con el caso de la monja benedictina Teresa Forcades que "clausura o no clausura, la vida religiosa no debería verse involucrada en actividades de tipo político de cierta manera".
En ese sentido puntualizó que la vocación religiosa sea la que sea debe centrarse en "rezar y amar a Dios profundamente".
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El Presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales realizó estas declaraciones durante una visita a Bilbao (España) que ha realizado en los últimos días.
La religiosa benedictina abandonó el monasterio en el que residía para dedicarse a la actividad política. Está a la espera de la autorización formal del Vaticano para su exclaustración.
El 15 de junio la religiosa abandonó el monasterio con la autorización de su abadesa para unirse a la plataforma Procés Constituent a Catalunya, que pretende el cambio de modelo político, económico y social que implique el fin del capitalismo, así como la independencia de Cataluña de España.
El Obispo de Sant Feliu de Llobregat, Mons. Agustín Cortes, envió recientemente un comunicado en el que precisaba que él siempre había manifestado a la religiosa la incompatibilidad entre la vida religiosa y la actividad política. Mons. Cortés precisó también que había aceptado la exclaustración a la hermana Forcades siempre que "no pida un simple permiso para actuar en política".
Ahora se está a la espera del parecer de la Congregación para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, si se le concediera definitivamente esta exclaustración la religiosa seguiría vinculada a los votos que realizó pero estaría dispensada de los deberes y privada de los derechos de la vida religiosa y cuando se terminara el periodo de exclaustración que es un máximo de tres años, necesitaría el permiso del Vaticano para volver a la vida conventual.