El "arte de acompañar" a las familias alejadas de la Iglesia, es el objetivo de la Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre la Familia, según se lee en el lnstrumentum Laboris presentado hoy en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, que aborda el tema "La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y el mundo contemporáneo".
El Sínodo de los Obispos sobre la Familia se realizará en el Vaticano del 4 al 25 de octubre de este año.
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El texto analiza la realidad de las familias de todo el mundo, y está dirigido a comunicar que Dios no abandona nunca a las personas que conviven antes del matrimonio, a los divorciados vueltos a casar, a los esposos noveles, ni a las personas con tendencias homosexuales, entre otros casos.
La Iglesia "tiene el deber de mostrar el rostro de Dios que no abandona nunca, y siempre es capaz de devolver fuerza y esperanza", señala el documento en el apartado 113.
El Instrumentum Laboris, que es el documento de trabajo de los miembros del Sínodo, fue elaborado con la síntesis de las contribuciones de la Iglesia en todo el mundo. Sobre este documento trabajarán los Padres Sinodales en octubre de este año.
"Según algunas voces, la atención a estos casos concretos se debe conjugar con la necesidad de promover líneas pastorales comunes. La falta de estas, contribuye a acrecentar la confusión y la división, y produce un sufrimiento ardiente en quienes viven un matrimonio fallido, y quienes quizá, se sientan injustamente juzgados", indica el punto 119 del documento.
De manera particular el Instrumentum Laboris da atención al fenómeno de los divorciados en nueva unión, y propone una vía para su "integración" en la comunidad cristiana.
El apartado 120 explica que "también las situaciones de los divorciados vueltos a casar exigen un discernimiento atento y un acompañamiento especialmente respetuoso, evitando cualquier lenguaje o comportamiento que les haga sentir discriminados, y promoviendo su participación en la vida de la comunidad".
"Para la comunidad cristiana, cuidar de ellos no significa un debilitamiento de la fe, ni del testimonio sobre la indisolubilidad del matrimonio, es más, precisamente su cuidado expresa su caridad", añade.
En este sentido, el Instrumentum Laboris también aborda el tema del acceso a la Comunión sacramental por parte de algunas personas divorciadas en nueva unión, que ha suscitado diversas posiciones de parte de obispos desde el Sínodo Extraordinario sobre la Familia, celebrado en octubre del año pasado.
"No se debe olvidar que la experiencia del fracaso matrimonial es siempre un desafío para todos. Por eso, después de tomar consciencia de nuestras responsabilidades, todo el mundo necesita reencontrar confianza y esperanza. Todos necesitan dar y recibir misericordia", dice el apartado 108.
El documento subraya de manera especial la misión de las "personas divorciadas pero no vueltas a casar", a quienes considera "testigos de la fidelidad matrimonial", y a quienes debe apoyar la Iglesia "animándolas a encontrar en la Eucaristía el alimento que sostenga su estado".
Para leer el documento completo (en italiano), puede ingresar a: http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc_20150623_instrumentum-xiv-assembly_it.html