El 1 de octubre se celebra la fiesta de Santa Teresita del Niño Jesús, una joven santa que padeció de depresión y logró sobrellevar su enfermedad gracias a esta advocación de la Madre de Dios.

En sus escritos, la religiosa carmelita relató que cuando era niña sufría de una enfermedad que, por los síntomas, se asemeja a lo que hoy se conoce como depresión, y que logró superarla gracias a la "Virgen de la Sonrisa".

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Santa Teresita del Niño Jesús señaló que el "13 de mayo de 1883, fiesta de Pentecostés" estaba recostada sobre su cama y "puse mi mirada hacia la imagen de Nuestra Señora".

"De pronto la Santísima Virgen me ha parecido bella, tan bella que nunca vi algo semejante, su rostro exhalaba una bondad y una ternura inefables, pero lo que caló hondo en mi alma fue la 'sonrisa encantadora de la Santísima Virgen'", agregó.

Indicó que "en ese momento se fueron todas mis penas, dos gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas y cayeron por mi rostro, eran lágrimas de pura alegría… ¡Ah! pensé, la Santísima Virgen me sonrió, estoy feliz"

"Fuera por causa de ella, por sus intensas oraciones, que tuve la gracia de la sonrisa de la Reina de los Cielos", subrayó.

Santa Teresita del Niño Jesús llamó a esta imagen "La Virgen de la Sonrisa" y compartió esta advocación primero en su familia. Luego la llevó al Carmelo de Lisieux, hasta que la imagen fue difundida en todas las órdenes carmelitas del mundo.

La oración a la Virgen de la Sonrisa

Oh María, Madre de Jesús y nuestra,
que con una clara sonrisa te dignaste consolar
y curar a tu hija Santa Teresita del Niño Jesús de la depresión,
devolviéndole la alegría de vivir
y el sentido de su existencia en Cristo Resucitado.

Mira con maternal afecto a tantos
Hijos e hijas que sufren con la depresión,
trastornos y síndromes psiquiátricos y males psicosomáticos.
Que Jesús Cristo cuide y de sentido a la vida de tantas personas,
cuya existencia a veces está deteriorada.

María, que su hermosa sonrisa no deje que
las dificultades de la vida oscurecen nuestra alma.
Sabemos que sólo tu hijo Jesús puede satisfacer
los anhelos más profundos de nuestro corazón.
María, mediante la luz que brota de tu rostro,
transparenta la misericordia de Dios.

Que tu mirada nos acaricie, y nos convenza de que
Dios nos ama y nunca nos abandona,
y tu ternura renueve en nosotros la autoestima,
la confianza en las propias capacidades,
el interés por el futuro y el deseo de vivir feliz.

Que los familiares de los que sufren con la depresión
Ayuden en el proceso de curación, nunca considerándolos
farsantes que usan la enfermedad con intereses de comodidad,
sino que los demás los valores, escuchen, comprendan y animen.

Virgen de la Sonrisa, alcánzanos de Jesús la verdadera curación
y líbranos de alivios temporales e ilusorios.
Curados, nos comprometemos a servir con alegría,
Disposición y entusiasmo a Jesús como discípulos misioneros,
con nuestro testimonio de vida renovada.
Amén.

Además, se recomienda rezar dos Avemarías en honor de las dos lágrimas de alegría que surcaron las mejillas de la santa cuando experimentó la sonrisa de Nuestra Señora.