Santa Margarita María de Alacoque, la religiosa que recibió del mismo Cristo revelaciones sobre su Sagrado Corazón, compartió al mundo las “tres armas” que ayudan a los católicos a vencer en la lucha espiritual.
La santa dijo que el Señor le reveló su deseo de apartar a los hombres del “camino de la perdición” a través del amor a su Sagrado Corazón, que es fuente de santificación y salvación, y le pidió que comunicara las 12 promesas que concedería a todos sus devotos.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Durante estas revelaciones, Santa Margarita también aprendió del Sagrado Corazón de Jesús “tres armas” espirituales que la ayudaron a librar con éxito sus luchas espirituales cotidianas, y que con el tiempo, le permitieron crecer en santidad.
A continuación, compartimos las tres armas espirituales:
1.- Intenciones rectas para rechazar la tibieza y cobardía
Santa Margarita confesó que nada le era más doloroso que ver a Jesús incómodo por alguna falta que ella había cometido.
Cierto día Jesús le dijo: “Sabed que soy un Maestro santo y enseño la santidad. Soy puro, y no puedo sufrir la más pequeña mancha. Por lo tanto, es preciso que andes en mi presencia con simplicidad de corazón en intención recta y pura”.
“Pues no puedo sufrir el menor desvío, y te daré a conocer que si el exceso de mi amor me ha movido a ser tu Maestro para enseñarte y formarte en mi manera y según mis designios, no puedo soportar las almas tibias y cobardes, y que si soy manso para sufrir tus flaquezas, no seré menos severo y exacto en corregir tus infidelidades”.
2.- Obediencia para rechazar la acción del demonio
Jesús reprendía severamente a la santaa por sus faltas a la obediencia a sus superiores o a su regla.
Una vez, al corregirla le dijo: “Yo rechazo todo eso como fruto corrompido por el propio querer, el cual en un alma religiosa me causa horror, y me gustaría más verla gozando de todas sus pequeñas comodidades por obediencia, que martirizándose con austeridades y ayunos por voluntad propia".
En otra ocasión, Cristo le reveló la acción del demonio con los indisciplinados. “Oye hija mía, no creas a la ligera todo espíritu, ni te fíes, porque Satanás está rabiando por engañarte".
Por eso, "no hagas nada sin permiso de los que te guían, a fin de que, contando con la autoridad de la obediencia, él no pueda engañarte, ya que no tiene poder alguno sobre los obedientes".
3.- Aferrarse al amor y a la cruz de Cristo
Un día, Santa Margarita vio una gran cruz cubierta de flores y Jesucristo le manifestó que “poco a poco irán cayendo esas flores, y solo te quedarán las espinas, ocultas ahora a causa de tu flaqueza, las cuales te harán sentir tan vivamente sus punzadas, que tendrás necesidad de toda la fuerza de mi amor para soportar el sufrimiento”.
Más adelante, la santa llegaría a decirle: “Nada quiero sino tu Amor y tu Cruz, y esto me basta para ser Buena Religiosa, que es lo que deseo”.
Publicado originalmente el 21 de junio de 2022. Ha sido actualizado para su republicación.