Con motivo de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, a celebrarse este viernes 7 de junio, te compartimos una oración para que consagres a tu familia a los Santísimos Corazones del Señor Jesús y de la Virgen María.

En junio de 1675, mediante una serie de revelaciones, Jesús le pidió a Santa Margarita María de Alacoque que “el primer viernes después de la octava del Corpus Christi se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón”.

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Además, Jesús le solicitó “que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por Él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares”.

En sus escritos, Santa Margarita nos dejó como legado una serie de enseñanzas de Cristo, como por ejemplo que “sólo el corazón humilde puede entrar en el Sagrado Corazón de Jesús, conversar con Él, amarle y ser amado de Él”.

Asimismo, el Señor le pidió a Santa Margarita de Alacoque que proclame al mundo las 12 promesas que concedería a los devotos que se consagren a su Sagrado Corazón. Entre ellas, Cristo prometió poner paz en las familias y asistir a cada uno de sus hijos en la vida y al morir.

Por esta razón, muchos católicos suelen acudir a sus parroquias a fin de prepararse espiritualmente para que, llegada la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, consagren a sus familias a los Corazones de Jesús y de su Madre.

En esta fecha especial, que como destacó San Juan Pablo II “recuerda el misterio del Amor que Dios alberga por los hombres de todos los tiempos”, consagre a su familia a los Corazones de Jesús y María con esta oración.

Oración de consagración a los Corazones de Jesús y María

Santísimos Corazones de Jesús y María,
unidos en el amor perfecto,
como nos miráis con misericordia y cariño,
consagramos nuestros corazones,
nuestras vidas y nuestras familias a Vosotros.

Conocemos que el ejemplo bello
de vuestro hogar en Nazaret fue un modelo
para cada una de nuestras familias. 
Esperamos obtener, con vuestra ayuda,
la unión y el amor fuerte y perdurable
que os disteis.

Que nuestro hogar sea lleno de gozo.
Que el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia
y el respeto mutuo sean dados libremente a todos.

Que nuestras oraciones
incluyan las necesidades de los otros,
no solamente las nuestras.

Y que siempre estemos cerca de los sacramentos.

Bendecid a todos los presentes
y también a los ausentes,
tantos los difuntos como los vivientes;
que la paz esté con nosotros,
y cuando seamos probados,
conceded la resignación cristiana
a la voluntad de Dios.

Mantened nuestras familias cerca
de vuestros Corazones;
que vuestra protección
especial esté siempre con nosotros.

Sagrados Corazones de Jesús y María,
escuchad nuestra oración.
Amén.