Al término de la Audiencia General, el Papa Francisco aprovechó los saludos a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro para hacer una breve reflexión sobre el Santísimo Corazón de Jesús, a cuya devoción la Iglesia dedica todo junio.

Como es costumbre, el Santo Padre saludó a los jóvenes, enfermos y recién casados. Recordó que "en particular el mes de junio está de manera especial dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Confiemos a todas las familias necesitadas a su amor divino".

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"El mes de junio está dedicado a la devoción al Santísimo Corazón de Jesús. Esto nos enseña, queridos jóvenes, la belleza de amar y de sentirse amados; que sea su apoyo, queridos enfermos, en la prueba y en el sufrimiento; y les sostenga a ustedes, queridos esposos recién casados, en su camino conyugal".

Y a los de lengua portuguesa les invitó a aprender "del Señor que se ha hecho alimento, para que cada uno pueda estar todavía más disponible para con los otros, sirviendo a todos los necesitados, especialmente a las familias más pobres".

En junio de 2013, el Papa Francisco explicó que el Sagrado Corazón de Jesús es la "máxima expresión humana del amor divino".
 
"La piedad popular valoriza mucho los símbolos, y el Corazón de Jesús es el símbolo por excelencia de la misericordia de Dios; pero no es un símbolo imaginario, es un símbolo real, que representa el centro, la fuente de la que ha brotado la salvación para la entera humanidad".
 
El Papa indicó que "en los Evangelios encontramos diversas referencias al Corazón de Jesús, por ejemplo en el pasaje en el que el mismo Cristo dice: 'Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio'".
 
"El relato de la muerte de Cristo según Juan es fundamental. Este evangelista testimonia de hecho aquello que vio en el Calvario, o sea que un soldado, cuando Jesús ya estaba muerto, le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua. Juan reconoció en aquel signo, aparentemente casual, el cumplimiento de las profecías: del corazón de Jesús, Cordero inmolado sobre la cruz, brota el perdón y la vida para todos los hombres", añadió.
 
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