Por Álvaro de Juana
El Papa Francisco se encontró hoy por tercer año consecutivo con casi 600 niños, participantes en el llamado "Tren de los niños", una iniciativa del Atrio de los Gentiles del Pontificio Consejo para la Cultura que este año tiene como tema "Vuelo".
Una vez más, el Grupo de Ferrocarriles del Estado Italiano puso a disposición el tren, que llegó a la estación del Estado de la Ciudad del Vaticano a las 11:00 a.m. (hora local) con los hijos e hijas de reclusos de Roma, Civitavecchia, Latina, Bari y Trani.
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Los niños rodearon al Papa Francisco en la entrada del Aula Pablo VI del Vaticano. Habló, se rió con ellos y les hizo algunas preguntas que los pequeños respondieron divertidos. Fue una auténtica fiesta en la que no faltaron las fotografías con el Santo Padre, que les atendió con abrazos y muchas sonrisas.
El Papa comenzó a hablarles dándoles los buenos días y preguntándoles si estaban cansados del viaje.
"¿Cómo se vuela?" preguntó el Papa a los niños, aludiendo al tema del encuentro. "Con los sueños", respondieron.
Después de escuchar las respuestas al aire de algunos de ellos, les habló de cómo con el corazón también se puede entrar en el mundo de los sueños. "No dejen nunca de soñar, de escuchar la palabra de Jesús, porque escuchando la palabra de Dios uno se hace grande, engrandece el corazón y ama a todos", dijo sonriendo Francisco.
"Un chico o una chica que no pueden sonreír, ¿cómo son?", preguntó de nuevo el Papa. "Infelices", respondieron varios niños. "Infelices –explicó el Papa– porque soñar abre las puertas de la felicidad. ¿Se puede tener el corazón de hielo? Con un prolongado "¡No!", respondieron los niños al unísono.
Al concluir el encuentro, el Papa Francisco rezó con los niños el Padrenuestro, y les impartió su bendición.
