Los compromisos del matrimonio cristiano, los desafíos que este supone ante los ataques ideológicos y mediáticos contra la familia, las vocaciones en la Iglesia, han sido algunos de los temas del discurso que el Papa Francisco ha entregado a los obispos de la Conferencia Episcopal de Togo (África) a quienes recibió esta mañana durante su visita ''ad limina''.
En el texto, el Santo Padre señala que "la familia africana acoge la vida y respeta y tiene en cuenta a los ancianos. Este patrimonio se debe preservar y servir como ejemplo y estímulo para los demás. El sacramento del matrimonio es una realidad pastoral bien aceptada en vuestro país, aunque todavía existen barreras de orden cultural y jurídico, que impiden que algunas parejas cumplan el deseo de fundar su vida matrimonial en la fe en Cristo".
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"Los animo a perseverar en vuestros esfuerzos para apoyar a las familias en sus dificultades...y a preparar a las parejas a los compromisos, exigentes pero magníficos, del matrimonio cristiano. Togo no está a salvo de los ataques ideológicos y mediáticos que hoy se propagan por todas partes y presentan modelos de unión y de familias incompatibles con la fe cristiana. Sé la atención que demuestran en este ámbito, así como vuestros esfuerzos, en particular en el sector de los medios de comunicación''.
En el discurso el Papa señala que "una de las claves que permitan responder a los desafíos que enfrentan vuestras comunidades y sociedades es sin duda la formación de la juventud. La Iglesia-Familia de Dios en Togo ha decidido estar cerca de los niños y jóvenes que reciben una buena formación, humana y religiosa, a través de numerosos proyectos e iniciativas".
"Es crucial que los jóvenes aprendan a vivir su fe con coherencia, para testimoniarla con autenticidad, y contribuir a una sociedad más justa y solidaria....Los religiosos y religiosas tienen un papel insustituible en la proclamación y la transmisión de la fe en Togo... Los invito a mostrar siempre vuestra solicitud paterna con los diversos Institutos. Sus efectivos crecen rápidamente, y es conveniente que su desarrollo se acompañe debidamente y se preste atención a la formación de los más jóvenes, en particular para evitar amalgamas en el ámbito de la fe y la inculturación".
El Pontífice escribe luego que "las vocaciones son numerosas en Togo y los seminaristas cuentan con una buena formación en los seminarios... que debería ayudarles después a luchar contra la ambición, el arribismo, los celos, la mundanidad, la seducción del dinero y los bienes de este mundo, en un celibato sincero y vivido con alegría. Les recomiendo una especial atención al cuidado espiritual y pastoral de los jóvenes sacerdotes y presten atención a lo que experimentan''.
El Santo Padre constata luego que en los últimos años la sociedad togolesa ha progresado significativamente en el campo político y social y que ''la Iglesia Católica ha contribuido ampliamente a ello, no sólo por sus obras de evangelización y promoción humana, sino también a través de su compromiso con la justicia y la reconciliación''.
"Les agradezco calurosamente vuestros esfuerzos en este ámbito especialmente por el trabajo de la Comisión Nacional de Verdad, Justicia y Reconciliación. Los animo a seguir garantizando que la Iglesia ocupe el lugar que le corresponde en el proceso de reformas institucionales... Sin embargo, es siempre necesario prestar atención a no entrar directamente en el debate o las disputas políticas, preocupándose, en cambio, de formar animar y apoyar a los laicos: en éste que es su papel- para que sean capaces de dedicarse al más alto nivel al servicio de la nación y de asumir sus responsabilidades''.
"Me alegra que este servicio a la sociedad togolesa sea también una oportunidad para la acción común con otras comunidades cristianas, como lo demuestran algunos llamamientos conjuntos a la nación. Del mismo modo, en materia de diálogo interreligioso, siempre hay que favorecer, y tal vez desarrollar aún más, la cultura del diálogo y del encuentro, dado que gozáis de una coexistencia pacífica, especialmente con el Islam, coexistencia que debe mantenerse dado el contexto actual en el África occidental".
"El diálogo interreligioso es una condición necesaria para la paz en el mundo, y por lo tanto, un deber para los cristianos, como para las otras comunidades religiosas. Es particularmente necesario que los sacerdotes jóvenes reciben una educación sólida en este sentido'', concluye el Papa.