En redes sociales se viralizó recientemente la "denuncia" de una madre de familia en nueva unión que protestó porque no se le permitía comulgar en el día de la ceremonia de Primera Comunión de su hijo. En respuesta, la Diócesis de Cartagena (España) publicó un comunicado aclarando la doctrina de la Iglesia en casos como el de esta mujer.

La polémica comenzó después de que un párroco repartiera una circular en la que recordaba varios puntos de la organización de las primeras comuniones, entre ellos lo relacionado con la comunión de los divorciados y la invitación a realizar un donativo para el sustento de la iglesia en donde sus hijos hacían la Primera Comunión.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Ante esta situación, la madre divorciada respondió con una carta que colgó en Facebook y que declaraba: "Dado que mi persona y/o situación familiar es 'irregular' ante los ojos de la Iglesia y por eso se me prohíbe recibir la comunión en un día tan especial para la familia como es la Primera Comunión de mi hijo, doy por hecho que mi dinero también será considerado de igual manera y como tal no será aceptado por la Iglesia".

 

Con la Iglesia hemos topado!!!Hoy estoy celebrando la Primera Comunión de mi hijo. Me han prohibido tomar la Comunión...

Posted by Angela Conesa on Domingo, 3 de mayo de 2015

La mujer escribió además que "así que como buena católica (desde hoy simple cristiana) 'acato' las normas y no contribuiré con donativo alguno siendo consciente de que tanto mi dinero como mi persona no entramos dentro de lo que la iglesia considera 'normal'".

En respuesta, la diócesis española recordó la enseñanza recogida en el Catecismo de la Iglesia Católica con respecto a las personas divorciadas en nueva unión, expresado en su numeral 1650: "si los divorciados se vuelven a casar civilmente, se ponen en una situación que contradice objetivamente la ley de Dios. Por lo cual no pueden acceder a la comunión eucarística mientras persista esta situación, y por la misma razón no pueden ejercer ciertas responsabilidades eclesiales".

En el comunicado, la diócesis también recordó otro punto del Catecismo en el que se expone que "los cristianos que viven esta situación y que con frecuencia conservan la fe y desean educar cristianamente a sus hijos, los sacerdotes y toda la comunidad deben dar pruebas de una atenta solicitud, a fin de que aquellos no se consideren separados de la Iglesia, de cuya vida pueden y deben participar en cuanto bautizados".

Además precisó que a los fieles en esta condición se les anima a "escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las iniciativas de la comunidad a favor de la justicia, a educar sus hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios".

La diócesis española destacó que las "limosnas por los sacramentos" es una práctica habitual en la Iglesia, "que ha invitado siempre a los cristianos a sostener sus actividades, pero respetando en todo momento la libertad de los hijos de Dios y las posibilidades de cada persona".