El Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri, denunció que "es un escándalo" la indiferencia que muestra la comunidad internacional ante la tragedia de los cristianos perseguidos en países como Irak y Siria en donde el Estado Islámico (ISIS) ha asesinado a miles solo por creer en Cristo.
Así lo indicó el Purpurado argentino en su intervención en la apertura del simposio "Cristianos en Medio Oriente: ¿Cuál es su futuro?" promovido por la Comunidad de San Egidio y por la arquidiócesis de Bari-Bitonto (Italia).
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El Cardenal dijo que no pocos cristianos de Oriente, escuchando en Semana Santa el episodio de la Pasión en que Pilatos se lava las manos "podrían haber pensado en la indiferencia y la falta de acción a la que parece haberse resignado la comunidad internacional frente a las tragedias que ya desde hace años se consuman en Siria e Irak".
"Confiamos, sin embargo, y estamos aquí para despertarla, que en el ánimo de todos, en Occidente como en Oriente permanezca viva la pregunta de Pilatos: '¿Cuál es la verdad?', a la que siga su búsqueda y ponerse a su servicio. La verdad es ante todo un acto que levanta cualquier velo e intento de ocultar la realidad".
El Cardenal dijo luego que "¡Es un escándalo!, y recordamos lo que el Señor dice también hoy a todos los Caínes de la tierra '¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra'".
"Es inútil negarlo: si todavía no se encontró una solución (al drama que están viviendo los cristianos en Medio Oriente) es ciertamente porque los problemas son múltiples y complejos, pero también es legítimo pensar que los intereses, equilibrios de poder y de riqueza se anteponen, sin ceder un paso, a la supervivencia y al bienestar de las poblaciones afectadas".
El Purpurado dijo luego que "entristece también la incapacidad de los líderes del Líbano, incluso de los cristianos, que no fueron capaces de encontrar un consenso sobre el nuevo presidente, debido a una línea de conducta dictada, más que por su conciencia, por las fuertes influencias de fuerzas que compiten por la supremacía del control en la zona".
Tras recordar que todos los años realiza una colecta para ayudar a los cristianos en Tierra Santa, el Cardenal resaltó que "no se puede hablar de estabilidad en Medio Oriente sin incluir la añeja cuestión de Israel y Palestina, contentándose de que a los cristianos se les permita vivir en paz en esos dos territorios".
"Por otra parte, no debería haber ninguna duda sobre la necesidad de que todos los Estados, incluido Israel, deban existir y ser protegidos y no amenazados. Es tarea de los pastores cristianos de todo Medio Oriente ayudar a sus fieles a crecer en esta conciencia, curando las heridas del pasado reciente, con el aceite del consuelo, del perdón y la misericordia. Si no se avanza en esta dirección, no dudamos de que los grupúsculos de 'poder enloquecido', como el ISIS, se multiplicarán, también porque algunas partes interesadas los apoyan con armas y recursos".
"Occidente parece haber perdido en el curso de los siglos la capacidad de considerarse también dentro de una sana referencia religiosa, prefiriendo a menudo un modelo de laicismo exasperado cuando no un verdadero 'eclipse de Dios'".
Para concluir, el Prefecto dijo que "la destrucción y los horrores actuales de Medio Oriente –que algunos quieren atribuir únicamente al factor religioso– no deben ser una excusa para confirmar esta visión parcial y errónea, sino un estímulo para repensar la convivencia y la colaboración de los diferentes componentes de la sociedad para la promoción integral del ser humano".
Posteriormente en la basílica de San Nicolás, Patrono de Bari, los participantes del simposio pidieron al Santo que interceda para poner fin al sufrimiento de los cristianos en Medio Oriente y que acompañe los trabajos del Concilio Panortodoxo que se celebrará en 2016 en Turquía.