El nuevo Obispo de San Diego (Estados Unidos), Mons. Robert McElroy, pidió que no se retire la imagen del Beato Junípero Serra que está en el Capitolio en Washington D.C. en memoria del franciscano conocido como el "Padre de California" a quien el Papa Francisco canonizará el 23 de septiembre.
El Capitolio de Estados Unidos tiene diversas estatuas por cada estado de importantes figuras de la historia de la nación. El 13 de abril, el Senado de California aprobó por 22 votos a 10 retirar la imagen del Beato para colocar una de Sally Ride, la primera mujer astronauta de Estados Unidos que estuvo en el espacio que también es conocida por haber tenido una relación del mismo sexo en el año 2012 cuando falleció.
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Para que la propuesta del cambio de imágenes se realice, el gobernador de California, Jerry Brown, y la asamblea del estado deben aprobar la votación.
Al respecto, el Obispo de San Diego dijo a los periodistas que el Beato Junípero Serra es una "figura fundacional" de la historia de California y una de los pocos latinos honrados en el Capitolio de Estados Unidos, que representa así a un estado que "rápidamente está llegando a tener una mayoría hispana".
Los críticos del Beato señalan que fue una figura "maliciosa" cuando en realidad su legado transformó la región de California, prueba de lo cual una gran cantidad de nativos le dio el último adiós en su funeral, pueblos a quienes el futuro santo atendió y cuidó durante buena parte de su vida.
Las declaraciones del Obispo McElroy a la prensa se dieron el 15 de abril, tras la Misa de toma de posesión de la diócesis de San Diego. En la homilía, el Prelado se refirió a la necesidad de reconocer "la gracia que los inmigrantes de América Latina han proporcionado a California".
Tras señalar que la diversidad que aportan los latinos es un "don del Espíritu Santo", el Prelado afirmó que los católicos "no están llamados a separarse de la cultura ni a ser opacados por ella. Tampoco es cuestión de hacerle guerra sino de abrazarla con un amor poderoso y transformador enraizado en el Evangelio".
La diócesis de San Diego es una de las más grandes de Estados Unidos con una población de casi un millón de católicos. Mons. McElroy ha sucedido a Mons. Cirilo Flores, que falleció en septiembre del año pasado tras haber servido en él durante solo un año.