El P. Luis Montes es un misionero argentino que lleva cuatro años viviendo en Irak, pero es un experto en Oriente Medio porque en la última década ha vivido en Israel, Egipto y Jordania, lo que le da una visión única de las realidades y retos que afrontan las poblaciones cristianas en esa parte del mundo.
El sacerdote insiste en dar a conocer la realidad en Irak porque estamos hablando de genocidios de pueblos enteros y no se sabe en el mundo".
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"El fundador del Instituto del Verbo Encarnado, al que pertenezco, dijo claramente que teníamos que estar donde nadie quisiera ir. Y a Irak nadie quiere ir", afirma a ACI Prensa durante el congreso 'Todos somos nazarenos' organizado en Madrid.
Según explica la vida en Bagdad (Irak) es bastante complicada, aunque con optimismo apunta a que no es invivible como Mosul también precisa que "el peligro es permanente". "En Bagdad la situación está igual que en los últimos diez años, es decir, hay una media de ocho a diez atentados por semana. Hay días que no hay atentados, pero otros en los que hay varios", detalla.
El P. Luis asegura que existe una "campaña de silencio" de los medios de comunicación sobre lo que sucede en Oriente Medio y especialmente en Irak. "No puede ser que mueran doce personas en Francia y se levante toda Europa, al día siguiente matan a 30 en Nigeria y no salió nada.
Después murieron otros 2000 en Nigeria y 180 en Kenia y tampoco se hizo eco. Un diputado español declaró que esos no eran ataques contra los cristianos en particular, sino contra la humanidad. Pero en Kenia les dijeron: 'Los que puedan recitar el Corán son musulmanes y quedan libres y los que no son cristianos'. Y a esos los mataron", explica.
Según recuerda, tras la invasión de Irak se dio un vacío de poder que originó muchas luchas internas violentas y "en el Islam no existe el perdón como virtud, sino que es algo negativo".
Esa lucha por el poder originó una escalada de violencia que él define como "ojo por ojo y diente por diente es ahora bomba por bomba y atentado por atentado" y que además es el ambiente en el que los fundamentalismos crecen como es el caso del ISIS, por eso asegura que "los integrantes del ISIS son ciertamente hijos del diablo, porque siguen las obras de Satanás".
Para alcanzar la paz y la reconciliación el misionero del Instituto del Verbo Encarnada propone las palabras de San Juan Pablo II: "No hay paz sin justicia y no hay justicia sin perdón".
El P. Luis asegura en ese sentido que "el sacerdote el espectador más privilegiado de la lucha que hay en cada ser humano entre Dios y el Diablo. Ese es el espectáculo digno de ser visto, porque Dios vence al Diablo y el hombre que lo acepta se convierte en Hijo de Dios y goza de la eternidad por siempre. Esto pasa en cada corazón humano pero en un país con tanta violencia es todavía más manifiesto". .
El P. Luis recuerda que actualmente hay millones de refugiados en esa parte del mundo que han dejado todo atrás, por eso pide especialmente que se rece "porque mueve montañas" y precisa que "la oración del Papa Francisco con la Cristiandad detuvo el último ataque que se quería hacer contra Siria. Hay que rezar y más, Dios sabe lo que necesitamos pero quiere que se lo pidamos por nuestro bien y para unirnos más a Él".
Otro de los puntos en los que insiste es en "dar a conocer lo que pasa. Porque estamos hablando de genocidios de pueblos enteros y no se sabe en el mundo".
Y por último anima a enviar ayuda económica "porque esos refugiados están viviendo sin nada, sólo de la caridad de la gente. Han pedido todo, su casa, sus cosas, los ahorros de toda una vida. Muchos de sus hijos están perdiendo años de escuela y empeñando su futuro".
Según explica en su blog Amigos de Irak tienen un canal de ayuda que recibe pequeñas aportaciones que "repartimos entre los que más lo necesitan. La Iglesia distribuye muy bien la ayuda, pero siempre quedan algunas minorías más desfavorecidas".
"Ésos son a quienes nosotros ayudamos. Gracias a esas ayudas hemos salvado a refugiados de morir de hambre y de frío".