"Rechazamos el aborto, como asimismo las escandalosas e injustas desigualdades sociales, la usura, la eutanasia y la discriminación arbitraria", afirmaron los Obispos de Chile reunidos al concluir la 109° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile el viernes 17 de abril.
Así lo indicaron en el marco de la discusión del proyecto de ley que podría despenalizar el aborto en tres causales: la llamada "inviabilidad del feto", riesgo de vida de la madre y violación, propuesto por el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet en enero de este año.
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Al respecto, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Cardenal Ricardo Ezzati, afirmó que el derecho humano a la vida es el "primero de los fundamentales de una persona que da origen a todos los demás".
Mons. Ezzati fue enfático en señalar que el derecho a la vida tiene que ir acompañado necesariamente del derecho a una vida digna, "no solamente en su inicio sino en todo el arco de la vida que implican muchos otros elementos que dan dignidad como el derecho a una vivienda, a la educación, a que las leyes sociales protejan la vida humana", entre otros.
El documento, que cuenta con la unánime adhesión de todos los obispos de Chile, y que lleva por título "el derecho humano a la vida, a una vida digna para toda persona", detalla la postura de la Iglesia en este debate.
Mons. Cristián Contreras Villarroel, Obispo de Melipilla y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile, afirmó que este mensaje lo ponen a disposición de la sociedad y también de sus autoridades. Agregó que "el punto de partida de este mensaje es el respeto y consideración por las personas enfrentadas a la realidad del aborto, que casi siempre deriva de situaciones de gran sufrimiento".
"Afirmamos que una actitud auténticamente humanista y verdaderamente cristiana mirará siempre en estos casos la vida, la dignidad y el mayor bien de la madre y de su hijo, y jamás la exclusión y supresión deliberada de uno de ellos", enfatizó.
Sobre las tres causales
Por su parte, Mons. Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción y miembro de la Pontificia Academia para la Vida, destacó que las tres situaciones que plantea el proyecto de despenalización del aborto en Chile son "excepcionales y dramáticas", sin embargo, "el aborto en ningún caso aporta sanación a dichas vivencias traumáticas. El aborto nunca es terapéutico".
En el documento afirman que no constituye aborto la acción de suyo terapéutica para salvar la vida de una madre en peligro, cuando no busca eliminar directamente la vida de la persona concebida, aunque su muerte sea una posibilidad prevista, aunque no querida o buscada.
Sobre los casos de "inviabilidad del feto", admiten que presentan desafíos éticos mayores. Aunque el respeto a la vida y la dificultad de un certero diagnóstico impiden fundamentar la necesidad del aborto para estos casos, los obispos hacen presente que esto no reduce el drama personal de mujeres y familias que viven un proceso doloroso que podría derivar en la muerte prematura del hijo. Y piden centrar los esfuerzos en procurar programas de acompañamiento y acogida para las madres y sus familias en estas dolorosas situaciones.
Frente al embarazo de una mujer violada, a los obispos no les parece "humano" dejarla sola en el drama que ha sufrido, y tampoco consideran "humano" privar de la vida al más indefenso e inocente, que es su hijo.
Abogan por un Estado y una sociedad activos y presentes junto a la mujer agredida, ofreciéndole caminos y ayuda para que ella u otra familia puedan acoger a un ser humano vivo e inocente.
"Creemos que despenalizar el aborto ante situaciones de violación es renunciar a la tutela de los más débiles e indefensos, y un acto de rendición del Estado ante el flagelo de la agresión sexual a mujeres, un drama respecto al cual Chile todavía está en deuda, porque ni los gobiernos ni la sociedad en su conjunto hemos podido abordar y superar este mal en su raíz", enfatizan.
"A quienes ayer promovían junto a la Iglesia la defensa de la vida y dignidad de los perseguidos políticos, les invitamos hoy a ser consecuentes pues el respeto a la vida debe mantenerse en toda circunstancia", afirman en su mensaje.
Puede leer el mensaje completo de los obispos en: http://documentos.iglesia.cl/conf/documentos_sini.ficha.php?mod=documentos_sini&id=4356&sw_volver=yes&descripcion=
Obispo de Osorno
Ante los cuestionamientos de algunos sectores respecto al nuevo Obispo de Osorno, Mons. Juan Barros, el Cardenal Ricardo Ezzati indicó que "nos duele inmensamente que un grupo de hermanos sienta un dolor tan grande por un nombramiento y que haya gente de buena voluntad y que no sean católicos que han manifestado sus opiniones, comprendemos su actitud aunque no podemos compartirlo, como la profanación de una Eucaristía".
Mons. Barros, también presente en la ocasión y que celebró la misa junto a sus hermanos obispos, dijo "yo soy un hijo de la Iglesia y como hijo de la Iglesia deseo siempre cumplir, asumir lo que el Santo Padre vaya señalando".
Indicó además "yo jamás he aprobado ni participado en esos hechos y no se me pasó por la mente lo que allí sucedía".
El Obispo ha negado en distintas ocasiones estas acusaciones y a fines de marzo el vicedirector de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Ciro Benedettini, declaró que "no se encontró razones objetivas" que interfirieran en el nombramiento del Obispo de Osorno en Chile, Mons. Juan Barros.