"Esos niños de Tánger" es el título del artículo del periodista musulmán Zouhir Louassini, publicado el 15 de abril en la primera plana de L'Osservatore Romano, el diario del Vaticano, en el que describe algunas de las causas de la persecución islámica contra los cristianos y en el que intenta dar una explicación a la masacre de los terroristas musulmanes que asesinaron a 148 jóvenes en la Universidad de Garissa en Kenia.
Louassini nació y creció en Marruecos. Es periodista, autor de libros y profesor visitante en varias universidades. Trabaja en RAI News (Italia) y escribe en algunos diarios árabes como al-Hayat, Lakome y al-Alam.
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El periodista recuerda que cuando era niño, con poco menos de ocho años, en el colegio los maestros de religión "me enseñaban que los cristianos, en cuanto infieles, estaban condenados al infierno. ¿Su culpa? Haber 'falsificado' las palabras de Dios. Recuerdo lo triste que me ponía por el destino que esperaba a mis amigos Jesús y Miguel, pequeños cristianos que vivían cerca a mi casa, compañeros cotidianos de mis juegos".
Estos recuerdos, señala el periodista, volvieron tras leer un artículo del líder musulmán Hani Naqshabandi, que el 7 de abril hizo "acusaciones clarísimas contra quienes enseñan el odio en las escuelas usando la religión".
"Lo que hemos visto en Garissa, Kenia, donde 150 muchachos han sido asesinados solo por ser cristianos, es también la consecuencia de la educación dada en las escuelas. Basta con leer los programas de casi todos los países musulmanes para darse cuenta de que estamos ante un problema serio que es necesario afrontar, rápidamente y con coraje".
Louassini señala que los niños musulmanes conocen muy poco del cristianismo, o solo desde el punto de los que interpretan el Corán y estos, como escribe Naqshabandi, "saben del cristianismo y de otras religiones lo que saben sobre la teoría de la relatividad. O sea nada".
Esto, prosigue Naqshabandi, no ha impedido "que nos digan que los cristianos son los infieles y los hemos creído. Nos han dicho que los cristianos son el pueblo del infierno, que el paraíso es nuestro monopolio y lo hemos secundado. Nos han dicho que los cristianos son los enemigos de Alá y del Islam y nosotros hemos dicho: que Dios los maldiga".
"¡No hay forma de ser más claro!", sentencia Zouhir Louassini.
El periodista afirma luego que es cierto que en algunos países ha habido algunos intentos de reforma, pero sin éxito. "El coraje, hoy, está en admitirlo y en buscar afrontar rápido las causas de tal fracaso. Es obvio que es necesario comenzar en la escuela, cambiando los programas existentes con otros que enseñan respeto y estima hacia las demás religiones".
"Es necesario hacerlo por el bien de una gran fe como el islam, que debe liberarse de las cadenas representadas por interpretaciones pertenecientes a otras épocas".
Louassini recuerda luego lo dicho por el poeta sirio en la última feria del libro en El Cairo en Egipto: "no hay un islam verdadero o un islam falso: hay musulmanes moderados y musulmanes extremistas, de acuerdo a su lectura e interpretación del texto sagrado. Pero el islam es uno solo".
"También en nombre de esos niños de Tánger y de sus pequeños amigos, nos toca a nosotros ahora decidir con quien hablar y con quien construir el futuro", concluyó.