La Pascua para nosotros es el "paso de la esclavitud a la libertad", a una vida nueva a la que se llega mediante la cruz, la renuncia y el dolor, dijo ayer en la Misa de Jueves Santo el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera.
Cardenal Norberto Rivera realiza el lavatorio de pies a 12 seminaristas en la Catedral Metropolitana pic.twitter.com/EPrjuDDW3W
- Azteca Noticias (@AztecaNoticias) abril 2, 2015
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En la homilía de la Misa de la Cena del Señor, indica el SIAME, el Purpurado explicó que "la Pascua se realizó a través del sufrimiento y del dolor, a través de la Cruz" y señaló que es necesario que los cristianos trasciendan los ritos propios de estas celebraciones para vivir concretamente los misterios de la Semana Santa.
"Para nosotros la Pascua también debe ser el paso del Señor por nuestra vida, el paso del hombre viejo al hombre nuevo, el paso de la esclavitud a la libertad, el paso de un modo de vivir a una vida nueva. Por supuesto la Pascua para nosotros también supone renuncia y dolor, pero lleva consigo también la libertad y la alegría de una vida nueva. La Pascua para nosotros deber ser liberación de las esclavitudes que padecemos, pero sobre todo liberación del pecado", dijo el Cardenal Rivera.
"La Pascua debemos celebrarla: 'con la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano y a toda prisa', en señal de que comenzamos un camino nuevo, de que estamos de viaje, de que somos peregrinos. Esta tarde no nos quedemos sólo en el rito, celebremos en verdad la Pascua con Cristo, para que los ritos se conviertan en una realidad viva, en signos y fuentes de gracia, en vida nueva; para que podamos decir con toda verdad: ¡Hemos celebrado la Pascua del Señor, el Señor ha pasado por nuestra vidas y nos ha hecho pasar de la muerte a la vida!"
El Arzobispo Primado de México dijo además que "siempre nos llamará la atención que el Evangelista de la Eucaristía, San Juan, en la Cena Pascual, en lugar de hablarnos de la Institución de la Eucaristía, como los demás evangelistas, nos narra el lavatorio de los pies hecho por Jesús a sus discípulos. Para San Juan es muy claro, la Eucaristía es el sacramento del amor y el amor se tiene que realizar en obras muy concretas".
Refiriéndose al mandamiento de amarse los unos a los otros como Cristo mismo amó, el Cardenal Rivera dijo que es un mandato "nuevo porque son nuevos los motivos: el prójimo es una sola cosa con Cristo. Nuevo porque siempre es actual el Modelo que es el mismo Cristo".
"Nuevo porque el modo de cumplirlo es nuevo: 'como yo los he amado'. Nuevo porque va dirigido a un pueblo nuevo formado por su sangre y porque se necesitan corazones nuevos que sólo puede crear el Espíritu. Nuevo porque siempre resultará una novedad para nosotros, acostumbrados a los egoísmos y a las rutinas", concluyó.
Para leer la homilía completa del Cardenal Rivera ingrese a: http://www.siame.mx/apps/info/p/?a=13082&z=32