Clarke Forsythe, abogado en jefe de Americans United For Life, destacó un reciente fallo de la Suprema Corte de Estados Unidos que fortalece la protección a mujeres embarazadas en los centros laborales, pues ayudará a remediar algunas de las presiones ejercidas contra estas personas para que aborten y no continúen con su gestación.
En declaraciones a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI–, el experto pro-vida dijo que "estamos muy contentos con el resultado", pues "hay necesidad de una fuerte protección contra la discriminación por embarazo porque las mujeres son discriminadas debido a que el aborto es legal".
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Indicó que "desafortunadamente" porque el aborto es legal, la gente piensa que las mujeres deberían someterse a esta práctica "en algunas circunstancias, especialmente cuando hay conflictos en el centro de trabajo".
El fallo es el referente al caso Peggy Young vs UPS, sentenciado por la Corte el 25 de marzo por seis votos contra tres a favor de la mujer.
La sentencia señala que la joven debe tener otra oportunidad para argumentar ante un tribunal inferior que su antiguo empleador –United Parcel Service (UPS)-, la trató injustamente, forzándola a tomar una licencia sin sueldo debido a que un médico advirtió que debía tomar labores más ligeras durante su embarazo.
En aquella ocasión, UPS también rechazó reasignarla y le revocó la cobertura médica durante el periodo que durase de licencia sin paga. Más tarde Young dejó la compañía.
Antes de la decisión de la Suprema Corte, el Cuarto Circuito falló que UPS no había violado la Ley de Discriminación por Embarazo (Pregnancy Discrimination Act), al señalar que el empleador trató a las trabajadoras embarazadas de manera similar a aquellos empleados que se habían accidentado fuera del centro laboral.
En ese tiempo, UPS ofreció acuerdos solo a personas en determinadas categorías, como aquellos que se accidentaron dentro del trabajo o con condiciones cubiertas por la Ley para Ciudadanos con Discapacidad (Americans With Disabilities Act) o incluso que perdieron una licencia para conducir un vehículo comercial.
Sin embargo, Young señaló que desde que la compañía tiene acuerdos con otras personas con restricciones temporales para trabajar, el rechazo para admitir sus limitaciones por embarazo es una discriminación ilegal bajo la Ley de Discriminación por Embarazo de 1978.
En la opinión mayoritaria, el juez Stephen Breyer cuestionó ambas líneas de argumento, creando una decisión que comprometió entre los argumentos de UPS y Young. La Corte señaló que si los empleadores hacen acuerdos por algunas limitaciones físicas temporales, deben también admitir el embarazo como condición temporal.
Los empleadores pueden todavía denegar acuerdos de limitaciones relacionadas al embarazo por algunas razones no discriminatorias, pero no por la razón de que "es más caro o menos conveniente" extender estos acuerdos a mujeres embarazadas. Sin embargo no aclaró cuáles podrían ser estas razones no discriminatorias.
La corte también falló que las mujeres serían capaces "de mostrar trato dispar a través de evidencia indirecta", es decir que no necesitan probar que ellas mismas fueron discriminadas siempre que haya un claro patrón de trato desigual con las trabajadoras embarazadas.
En declaraciones a CNA, Sharon Gustafson, quien ha sido abogado de Peggy Young por ocho años, dijo que la cuestión de discriminación laboral por embarazo "todavía sucede y sucede mucho".
"Creo que la mujer no debería tener que escoger entre continuar con su gestación o con su trabajo, especialmente cuando los empleadores realizan todo tipo de acuerdos con empleadas no embarazadas", indicó. Añadió que la decisión de la Corte significa que "los empleadores ya no van a ser capaces de discriminar a las mujeres embarazadas y sentirse seguros".
Por su parte, Forsythe indicó que este tipo de discriminación "es la consecuencia desafortunada" del fallo Roe vs Wade. "Roe enseñó que el aborto es una opción rápida, fácil y menos costosa", generando "una considerable presión sobre algunas mujeres para que aborten", señaló.
Antes que el caso fuera argumentado ante la Suprema Corte en diciembre de 2014, Americans United for Life y otras 22 organizaciones pro-vida presentaron un escrito al tribunal apoyando la posición de Young. El documento señaló, entre otros puntos, que la Corte debe respetar el reconocimiento que la Ley de Discriminación por Embarazo hace del "importante rol que tiene la gestación en la vida de las mujeres" y en la sociedad, así como "el derecho fundamental de tener hijos" que las mujeres poseen.
Traducida por Eduardo Berdejo