Un nuevo fondo de financiamiento de investigación ha sido creado para honrar a Thomas S. Vander Woude, y recordar el heroico sacrificio que hizo en 2008.
En septiembre de 2008, este padre de familia católico pagó el máximo precio para salvar a su hijo con síndrome de Down de ahogarse en un accidente en la granja de la familia.
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Siete años más tarde, el sacrificio de Vander Woude seguirá salvando y mejorando vidas de personas con la misma condición cromosómica, gracias a un nuevo fondo de financiamiento de investigación establecido en su honor.
El 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down, la fundación Jerome Lejeune de Estados Unidos creó el Fondo Conmemorativo Thomas S. Vander Woude, dedicado a la investigación permanente que eventualmente proveerá con 250 mil dólares al año en subsidios para estudios sobre síndrome de Down que abran el camino para nuevas terapias tanto para niños por nacer como adultos con la afección cromosómica.
Angels in Disguise (Ángeles Disfrazados), una organización sin fines de lucro con sede en Louisville, estado de Kentucky (Estados Unidos), dio el financiamiento inicial para que la Fundación Jerome Lejeune establezca el fondo en memoria de Vander Woude.
La Fundación Jerome Lejeune lleva el nombre del médico que descubrió la causa del síndrome de Down, y que trabajó incansablemente parta salvar del aborto a los bebés con la afección genética.
"Creemos que la investigación para las personas con síndrome de Down es muy importante, y tengo un alto respeto por el Dr. Jerome Lejeune", dijo Penny Michalak, cofundadora de Angels in Disguise.
Michalak recordó que "pensé '¿qué mejor persona para dar nombre a la subvención que el de Thomas Vander Woude, otro héroe de las personas con síndrome de Down?'".
El sacrificio de Vander
El 8 de septiembre de 2008, Vander Woude, de 66 años, estaba trabajando con su hijo de 20 años, "Josie" (Joseph), que tiene síndrome de Down, en su propiedad en Nokesville, Virginia, cuando el joven cayó a través de la tapa de un tanque séptico y comenzó a ahogarse.
Vander Woude se sumergió en las aguas residuales y, durante 15 minutos, mantuvo la cabeza de su hijo sobre las aguas sucias, hasta que llegó ayuda para sacar a Joseph. Vander Woude falleció poco después, pero su hijo, milagrosamente, no sufrió efectos permanentes de los fluidos tóxicos que ingirió.
La muerte de Vander Woude tuvo un gran impacto en Michalak, quien, con su esposo, comenzaron su organización ese mismo año, cuando nació su hija Elena Rose, que tiene síndrome de Down.
Ellos eran amigos de uno de los siete hijos de Vander Woude, de quien escucharon la historia, y quisieron honrar el heroísmo del padre con su subvención a través de la Fundación Lejeune.
Michalak señaló que el sacrificio de Vander Woude es una gran "contradicción" en una sociedad que típicamente devalúa a las personas con síndrome de Down, y permite nacer a poquísimas de ellas.
"Aquí está este padre, que buceó dentro del tanque séptico y sostiene a su hijo por una cantidad de tiempo casi imposible para salvarlo", dijo. "Su hijo debe haber significado algo (especial) para él".
"Espero que esto crezca y que nuestra donación inicial crezca hacia algo grande", añadió.
La Fundación Jerome Lejeune internacionalmente financia con 6 millones de dólares la investigación en proyectos sobre síndrome de Down cada año.
Traducido por David Ramos.