Ávila, en España, concentra las principales celebraciones del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Por eso, durante la Misa celebrada en la Iglesia de los padres carmelitas que se construyó sobre la casa donde nació Santa Teresa en Ávila, Mons. Jesús García Burillo, Obispo de la diócesis ha leído un mensaje que el Papa Francisco ha enviado con motivo de este gran día.
Según ha afirmado: "El Papa Francisco ha querido hacerse presente en esta gozosa celebración por medio de un mensaje que, de algún modo, suple su presencia física que habríamos deseado disfrutar".
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"Hoy mi corazón está en Ávila", así comienza el mensaje del Papa en el que ha recordado a "esta insigne 'maestra de espirituales' que el beato Pablo VI tuvo el inédito gesto de conferirle el título de Doctora de la Iglesia, ¡La primera mujer Doctora de la Iglesia!".
"Contemplación y acción siguen siendo su legado para los cristianos del siglo XXI. Por eso, cuánto me gustaría que pudiéramos hablar con ella, tenerla delante y preguntarle tantas cosas", ha subrayado el Papa quien ha insistido en que Santa Teresa "hoy nos saca de la autorreferencialidad y nos impulsa a ser consagrados 'en salida', con un modo de vida austero, sin 'encapotamientos' ni amarguras".
En ese diálogo figurado con Santa Teresa, el Papa ha apuntado que sobre los sacerdotes la Santa de Ávila pediría que "no los olvidáramos en la oración" y que ellos "se entreguen del todo a Cristo y a su Iglesia, de modo que sean para los demás brújula, bálsamo y acicate y consuelo, como lo fueron para ella. Que la plegaria y la cercanía de los Carmelos acompañen siempre a los sacerdotes en el ejercicio del ministerio pastoral".
"Teresa fue hija de padres piadosos y honrados", precisa el Papa y apunta que "necesitamos hoy hombres y mujeres que tengan amor a la Iglesia, que colaboren con ella en su apostolado, que no sean solo destinatarios del Evangelio sino discípulos y misioneros de la divina palabra. Hay ambientes a los que sólo ellos pueden llevar el mensaje de salvación como fermento de una sociedad más justa y solidaria".
En definitiva, "formar hogares donde Cristo sea la roca en la que se apoyen y la meta que corone sus anhelos".
En ese sentido la Santa de Ávila también pediría a los jóvenes "que no se les arrugue 'el ánima y el ánimo'". "De la mano de Santa Teresa los jóvenes tendrán valor para huir de la mediocridad y la tibieza y albergar en su alma grandes deseos, nobles aspiraciones dignas de las mejores causas", afirma el mensaje del Papa.
"De modo especial ruego a Santa Teresa que nos regale la devoción y el fervor que ella tenía a San José. Harto bien haría que los que pasan por la rueda del dolor, la enfermedad, la soledad, quienes se sienten agobiados o entristecidos recurrieran a este insigne patriarca con el amor y la confianza con que lo hacía la Santa", ha apuntado el Papa Francisco.
También ha afirmado: "Te confieso, querido Hermano, que a menudo le hablo a san José de mis preocupaciones y problemas y, como ella, 'no me acuerdo hasta ahora de haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer'".
"En comiendo a todos cuantos celebran este V Centenario a la intercesión de Santa Teresa, para que alcance del cielo todo lo que necesiten para ser de Jesús, como ella y con la experiencia de su amor puedan construir una sociedad mejor, en donde nadie quede excluido y se promueva la cultura del encuentro, del diálogo, de la reconciliación y la paz".