La Marcha Por la Vida realizada en Lima (Perú) congregó a medio millón de personas que recorrieron parte de la Av. Brasil hasta la Costa Verde. Con esta cifra pasó a la historia como la marcha más multitudinaria de América Latina.

En resumen, fue un éxito. Y detrás de esta victoria por la vida, hubo 3500 voluntarios que apoyaron en su organización.

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Aunque la marcha comenzó a las 4:00 p.m., los voluntarios llegaron dos horas antes para reunirse con sus comisiones e ir hacia los puntos de ubicación. Hubo un grupo encargado de atender a los discapacitados y a las mujeres embarazadas. Otro grupo estaba en el escenario y organizando el flashmob. También se designó una comisión para mantener el orden y la seguridad, y otra para recibir a los buses cargados de participantes.

El trabajo de los voluntarios en la marcha no fue sencillo. "Yo quise ser voluntario porque es una forma de servir en esta Marcha Por la Vida. Es una forma de participar como joven y también de contribuir a que la sociedad vaya escuchando este anhelo de defender la vida", comenta Carlos Briones,un joven ecuatoriano de 27 años, quien vino desde Guayaquil.

Para Carlos, la marcha fue sorprendente porque encontró personas de diferentes religiones y asociaciones que comparten un mismo ideal.

Alessandra Rojas,una joven de 18 años, también sintió el deseo por ayudar durante la marcha y comentó a ACI Prensa que "me hice voluntaria porque reconocí que yo tuve la oportunidad de nacer, a diferencia de los niños abortados. Mis padres dijeron que sí y yo vengo a decir que sí por todas aquellas personas que no pueden hablar y por todos aquellos que no tienen una vida digna".

"Fui a la marcha del año pasado y me pareció genial. Me dije: Yo quiero ayudar en la próxima. Me encanta servir y apoyar. Para mí la vida es estar siempre feliz y dar lo que tienes a los demás", indicó Kelly.

A veces, las personas que apoyan el aborto cambian de opinión. Una de ellas fue Scarlet Torres, quien a sus 16 años se ofreció como voluntaria para la comisión de tránsito y llegada.

 

"Siendo sincera, yo estaba a favor del aborto. Cuando empecé a analizar lo que significaba abortar y a investigar más sobre el tema, cambié de opinión. Me di cuenta de que esos niños no tienen la culpa, aunque sus madres quedaron embarazadas por violación o por alguna equivocación, se tiene que valorar la vida de los bebés.", dijo.