La cercanía del Papa Francisco hacia los excluidos de la sociedad tuvo como protagonistas este miércoles a 25 personas sin techo provenientes de Marsella (Francia), a quienes el Santo Padre abrazó al finalizar la Audiencia General.
Los indigentes llegaron a Roma (Italia) con motivo de una peregrinación de cinco días, acompañados por el Arzobispo de Marsella y Presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, Mons. Georges Pontier, y escucharon atentamente la catequesis del Papa.
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El objetivo de la visita fue lanzar un mensaje de esperanza desde el corazón de la Iglesia. "Estamos aquí con gran convicción para testimoniar que somos todos hermanos y tenemos todos la misma dignidad porque no hay diferencias entre las personas", explicó Kadri, uno de estos humildes hombres, en declaraciones al diario de la Santa Sede, L'Osservatore Romano.
"La fraternidad es precisamente el objetivo que todos debemos perseguir, comenzando por quien no tiene casa ni trabajo", añadió Kadri.
A esta singular peregrinación también se unión el P. Christian Papazian, responsable del servicio de acogida a los marginados que son asistidos diariamente por Caritas Francia.
Francisco y los indigentes
No es la primera vez que el Pontífice tiene gestos de cercanía hacia las personas sin techo. Como se recuerda, recientemente ordenó la instalación de una serie de baños y duchas bajo la columnata de la Plaza de San Pedro, así como un servicio de barbería, para ayudar en la inclusión social de estas personas.
Además, el Papa Francisco celebró su 78 cumpleaños el 17 de diciembre encargando repartir entre los vagabundos de la ciudad cerca de 400 sacos de dormir para que puedan sobrellevar las duras temperaturas del invierno romano.
En 2013 celebró su cumpleaños invitando a desayunar al Vaticano a tres indigentes procedentes de Eslovaquia, Polonia, y la República Checa, acompañados de su inseparable perro.
A lo largo de su pontificado el Santo Padre ha animado a todos los fieles a ir a las periferias existenciales y de la sociedad, preocupándose por los más necesitados y alejados de la Iglesia.