Las batallas sobre la libertad religiosa continúan en los tribunales de todo Estados Unidos, sin embargo, en el tribunal de la opinión pública este derecho humano claramente es defendido por la mayoría.
El 54 por ciento de los estadounidenses que respondieron a una encuesta realizada por Marist Poll y patrocinada por CNA –agencia en inglés del grupo ACI- apoya la protección del ejercicio de la libertad religiosa establecido en la Primera Enmienda de la Constitución, "incluso si entra en conflicto con la ley del gobierno".
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La Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos protege los derechos a la libertad de religión y la libertad de expresión. En el caso de la libertad religiosa dos cláusulas se refieren a su ejercicio: la primera prohíbe una religión oficial o que haya una preferencia de una religión por sobre otra, mientras que la segunda prohíbe que el gobierno intervenga en la práctica religiosa de las personas.
Sólo el 38 por ciento de los encuestados se opone a esta protección. El apoyo se concentró mayoritariamente en el sur, mientras que la oposición fue más fuerte en el noreste y medio oeste del país. En cuanto al rango de edades, la generación X de encuestados entre los 33 y 48 años, fueron los partidarios más fuertes, seguidos de los llamados "milennials" que están entre los 18 y 32 años.
Los encuestados de más de 67 años de edad fueron los más propensos a oponerse a este tipo de protecciones.
Cerca del 55 por ciento de todos los católicos, y el 58 por ciento de los católicos practicantes están a favor de estas protecciones. El apoyo fue fuerte entre los republicanos y votantes no afiliados, así como entre el 46 por ciento de los demócratas.
La encuesta llega en un momento de creciente controversia respecto a la libertad religiosa en Estados Unidos.
Las agencias de adopción católicas se han visto obligadas a cerrar en varios estados porque no pueden entregar a los niños a parejas homosexuales, mientras que las normas federales han ordenado que los empleadores católicos proporcionen una cobertura del plan de salud para la esterilización y anticoncepción, los cuales incluyen medicamentos que pueden causar abortos.
Los que trabajan en la industria de eventos para matrimonios, en los que se encuentran propietarios de pequeñas panaderías, floristerías y fotógrafos, han sido demandados porque no podían en buena conciencia participar de una ceremonia homosexual. Algunos han perdido en los tribunales.
Sin embargo, pese a que la ley no siempre puede estar del lado de estos objetores de conciencia, la mayoría de los estadounidenses sí lo están.
Cerca del 65 por ciento de los encuestados se opuso o se opuso firmemente a las sanciones o multas para las personas que se niegan a prestar servicios relacionados a bodas de parejas del mismo sexo, "aunque su negativa se base en sus creencias religiosas". Sólo el 31 por ciento apoyó o apoyó firmemente tales sanciones.
La oposición o fuerte oposición a las sanciones estaba por encima del 60 por ciento en todas las generaciones, con un 71 por ciento de oposición por parte de los Baby Boomers (nacidos entre 1942 y 1960).
La mayoría de los estadounidenses también rechazan las sanciones para los funcionarios públicos que se reservan de participar en ceremonias homosexuales.
El 58 por ciento de los encuestados se oponen o se oponen firmemente a penas o multas para los funcionarios públicos que se niegan a realizar "matrimonios" homosexuales, incluso si su negativa se basa en creencias religiosas. Mientras que los encuestados de la Generación del Milenio fueron significativamente más propensos a apoyar las sanciones y el 49 por ciento de este grupo se opuso a dicha acción.
Además, la encuesta reveló una brecha generacional en relación a los niños y los padres.
A los encuestados se les preguntó acerca de que si es lo mejor para los niños tener una madre y un padre en vez de dos padres del mismo sexo.
Mientras que el 53 por ciento de los encuestados apoya o apoya firmemente este punto de vista, sólo el 42 por ciento de los milennials lo hizo. El 27 por ciento de esta generación más joven se opuso a esta opinión y el 28 por ciento se opuso firmemente a ella.
El 69 por ciento de los republicanos consideró que los padres casados de distinto sexo es lo mejor, en comparación al 47 por ciento de los independientes y el 41 por ciento de los demócratas.
Sobre la pregunta de que si se debe enseñar los detalles de la conducta homosexual en las clases de educación sexual, los encuestados estuvieron divididos por un margen muy estrecho, con un 49 por ciento a favor y 47 por ciento en contra.
La encuesta Marist Poll, realizada entre el 25 de febrero y el 1 de marzo, encuestó a cerca de mil doscientos adultos estadounidenses y se considera un margen de error de más o menos 2,9 puntos porcentuales. Está dirigida por el Marist Institute for Public Opinion (Instituto Marista para la Opinión Pública) de la Universidad Marist College en Poughkeepsie, Nueva York.
Traducido por Bárbara Bustamante