Se llama Gianni Todescato, tiene 86 años de edad, y es el párroco italiano que asistió al Beato Pablo VI para la redacción del primer Misal en lengua viva, aprobada dentro de las nuevas normas litúrgicas del Concilio Vaticano II. Con este Misal se celebró la primera Eucaristía en italiano el 7 de marzo de 1965 en la parroquia Todos los Santos en Roma.
Una de las concreciones del Concilio fue la celebración de la Misa en los idiomas locales como se realiza en la actualidad. Para ello se necesitaba un nuevo Misal y en esa tarea colaboró el P. Todescato.
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"Yo no estaba cómodo con estas Misas en latín. Nadie entendía casi nada, el canon en voz baja, palabras pronunciadas al vacío… yo sentía la exigencia de este cambio para que la Misa fuera un servicio efectivo a la sensibilidad de la gente. Por tanto, cuando fui llamado, para mí fue un honor compartir con el Papa compartir esas tardes, este cambio", explica a ACI Prensa el P. Todescato.
El hoy rector de la Iglesia Santa Inés en Agonía, situada en la emblemática plaza Navona de Roma, asegura que el tema del lenguaje "claramente cambió la óptica de cómo se veía la Misa. Cuando era en latín, el 99 por ciento de la gente no entendía nada".
"Un sacerdote pronunciaba las palabras y poquísima gente, solo el público cultísimo podía seguirlas. De modo que el cambio a la lengua viva, el italiano, cambió la ambientación de la Misa, y permitió entender los textos sagrados y seguirla".
Desde su capilla privada, Pablo VI se ocupó tanto del lenguaje como de la parte bíblica de la Misa y se hicieron las pruebas pertinentes con la ayuda de una oblea sin consagrar.
Asimismo, la Plegaria Eucarística –también conocida como Canon–fue otro cambio fundamental para los fieles.
"Antes era en latín, y pronunciado en voz baja y la gente no sabía lo que se decía. En cambio ahora se dice en voz alta y ha cambiado el rostro de esta Eucaristía", subrayó.
Otras novedades del nuevo misal fueron la posibilidad de recibir de la hostia consagrada con la mano para luego llevarla a la boca, o la inclusión del don de la paz. "El gesto de la paz dio un pequeño toque de gracia. Todos juntos. Se hacía algo más partícipe, con más sentido", afirma.
Para el P. Todescato, los nuevos elementos de la liturgia fueron bien recibidos por los fieles.
En la homilía de la primera Misa celebrada en italiano en la historia, el Papa Pablo VI dijo: "se inaugura hoy la nueva forma de la Liturgia en todas las parroquias e iglesias del mundo, para todas las Misas en las que participa el pueblo. Es un gran acontecimiento que se recordará como principio de abundante vida espiritual, como un compromiso nuevo para corresponder al gran diálogo entre Dios y el hombre".
Los cambios del misal de Pablo VI son consecuencia de una reflexión teológica dentro de la Tradición eclesial, algo que ha llegado a ser motivos de cisma como el de los lefebvristas.
El Papa Benedicto XVI publicó en 2007 el Motu Proprio Summorum Pontificum, recordando que el misal de San Pío V, en latín, nunca fue abolido jurídicamente y, por consiguiente, la celebración de la Eucaristía de esta forma siempre ha estado permitida.
En efecto, la Misa en latín no desapareció con el Concilio Vaticano II, y por ejemplo, en la iglesia de la Santísima Trinidad de los Peregrinos de Roma se sigue celebrando en esta lengua. Una tradición que además constituye un fuerte patrimonio cultural.
Para recordar la primera Misa celebrada en italiano, el Papa Francisco preside este sábado la Eucaristía en la misma parroquia elegida por Pablo VI hace 50 años.