"Sé pastor que no teme llegar hasta las periferias 'existenciales' donde hay sufrimiento, soledad, degradación humana. Camina como mensajero de paz, de amor y de esperanza", dijo el Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre, al ordenar a Mons. Cristóbal Ascencio García como nuevo Obispo de Apatzingán.
La ordenación episcopal y toma de posesión de Mons. Asencio García se llevó a cabo el 12 de febrero en la Catedral de Apatzingán con la participación de un nutrido grupo de fieles, sacerdotes, seminaristas y religiosos.
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Según señala la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en su homilía, el Nuncio Apostólico Mons. Christophe Pierre manifestó que la Misa era en primer lugar para agradecer a Dios por Mons. Miguel Patiño, saliente Obispo de Apatzingán que por más de tres décadas sirvió en esa Iglesia particular.
Asimismo resaltó que la Iglesia, por medio de sus pastores, "anuncia al mundo la más estupenda y bella de las noticias: que el Verbo, el Hijo eterno de Dios se hizo carne y vino a habitar entre nosotros, asumiendo nuestra naturaleza y condición humana, revelándonos y ofreciéndonos, particularmente desde el patíbulo de la cruz, aquel don que tiene la fuerza de rescatar al ser humano de su propia ruina".
Al respecto, hizo una reflexión sobre la situación mundial que se vive en el que "nunca como hoy el hombre ha decidido optar por lo mundano, erigiéndose como dioses a los ídolos del poder, del dinero, del placer, de la violencia física, psicológica y manipuladora, y del odio. Mentalidad y opción de vida que lamentablemente ha logrado contaminar también algunos ambientes cristianos".
En este sentido, el gran desafío que se tiene, argumentó el Nuncio Apostólico de México, "está precisamente en lograr, con la palabra, la acción y el testimonio, que nuestra sociedad se transforme en verdadera civilización del amor, lo que no será posible llevar a cabo sino a partir de la vivencia coherente de la fe y el amor".
"Queridos hermanos. Nuestro mundo está enfermo porque le falta la paz, porque le falta Cristo Jesús… Amar y ser, desde el amor, mensajero de paz, es y debe ser señal indiscutible que identifique a los discípulos de Aquel que venció a la muerte frenando con su entrega la fuerza de la injusticia", añadió más adelante Mons. Pierre.
Luego animó a Mons. Ascencio, nuevo Obispo de Apatzingán, a que camine con el rebaño "compartiendo sus tristezas, alegrías y esperanzas, dificultades y sufrimientos; sé Pastor que escucha, comprende, ayuda y orienta"
"En ese caminar cuida que nada, absolutamente nada, te aleje de tus sacerdotes. Ellos son tus primeros prójimos, indispensables colaboradores y consejeros. Preocúpate de su vida espiritual y de sus necesidades humanas como padre, hermano y amigo. ¡Nunca -clama el Papa Francisco-, nunca es tiempo perdido el que se pasa con los sacerdotes!", resaltó el Nuncio.
Al término de la Celebración Eucarística, los presentes dieron la bienvenida al nuevo Obispo y le expresaron su deseo de que su ministerio sea un servicio a la evangelización y la pacificación.
A todo esto, Mons. Asencio, el nuevo Obispo de Apatzingán, afirmó que está dispuesto a ser pastor, padre, hermano, amigo con las características evangélicas de la cercanía y encuentro.
Por otro lado, dijo que llegaba a un pueblo que ama a María y al Sagrado Corazón de Jesús "signo del amor de Dios para con nosotros, que nos está diciendo que nuestra vocación es el amor; el amor que todo lo perdona, todo lo sana".
Por último Mons. Asencio concluyó diciendo: ""Mi paz les doy…este es mi lema episcopal, y me acojo a la intercesión de la Santísima Virgen María, Reina de la Paz, en su advocación de Nuestra Señora de Acahuato".