16 de febrero de 2015

Feb 16, 2015

El Obispo de Florencia (Colombia), Mons. Omar de Jesús Mejía Giraldo, visitó a los padres de los cuatro hermanos Vanegas Grimaldo que fueron asesinados hace unos días a manos de dos sicarios y les expresó su especial cercanía y solidaridad para con ellos en este caso que ha conmocionado a todo el país.

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El pasado 5 de febrero en la zona rural de Florencia dos sicarios –que ya han sido capturados y que podrían afrontar una condena de hasta 150 años de cárcel. (Un tercer sospechoso también se ha entregado en las últimas horas)– asesinaron a los hermanos Deiner, Ximena, Juliana y Samuel Vanegas Grimaldo de 4, 10, 14 y 17 años de edad en su casa.

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Las autoridades, señala Radio Caracol, ya han emitido una orden de captura contra Luz Mila Artunduaga, vecina de la familia Vanegas Grimaldo, quien sería la autora intelectual de los homicidios que se habrían producido debido a una disputa de tierras en la localidad de Brisas de Florencia en Caquetá.

Para consolar a los padres de los niños asesinados, el Obispo de Florencia, llegó hasta el hogar de la familia en donde rezó con los presentes "por el eterno descanso del alma de los niños  y el consuelo a los padres por la pérdida de sus hijos", señala el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).

En un comunicado que dio a conocer después de conocerse esta tragedia, el Prelado elevó sus oraciones al Señor e hizo votos para que "estos momentos de dolor nos sirvan para asumir mayor conciencia sobre la defensa y protección de la vida y a comprender que sólo manteniéndonos unidos a Dios a través de la oración podemos descubrir y construir la verdadera paz y la reconciliación entre todos".

El Obispo alentó a todos los fieles de la diócesis a orar por los pequeños asesinados y por la recuperación del niño sobreviviente, de 12 años, y por "el anhelo de la verdadera paz".

Los fieles de Florencia también acompañaron la reciente marcha en la que pidieron justicia para este caso, evento que concluyó en la Plaza San Francisco, frente a la Catedral Nuestra Señora de Lourdes, en donde del sacerdote P. Carlos Hernán Cubillos, presidió una oración.