Durante la Misa matutina en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que si un cristiano quiere conocer su identidad, no puede quedarse cómodamente sentado en un sillón ojeando un libro, sino que debe ponerse en camino y "buscar el rostro del Señor", pues de lo contrario corre el riesgo de hacer "una caricatura de Dios".
En el mundo "no existe un catálogo" con la imagen de Dios -advirtió el Papa-, y tampoco se puede trazar a un Dios ventajoso obedeciendo a reglas que con Dios no tienen nada que hacer.
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En ese sentido, al comentar la lectura del Libro del Génesis, el Pontífice recordó que la creación del hombre se hizo "a imagen de Dios".
Esta imagen no se la encuentra "ciertamente en la computadora ni en las enciclopedias". Para encontrar y entender "mi identidad" solo hay un modo, "poniéndose en camino". De otra manera "nunca podremos conocer el rostro de Dios".
"Quien no se pone en camino, nunca conocerá la imagen de Dios, nunca encontrará el rostro de Dios. Los cristianos que permanecen sentados, los cristianos quietos no conocerán el rostro de Dios: no lo conocen. Dicen: 'Dios es así, así...' pero no lo conocen. Los quietos. Para caminar es necesaria aquella inquietud que el mismo Dios ha puesto en nuestro corazón y que te lleva a buscarle".
Pero este "ponerse en camino" significa también "dejar que Dios o la vida nos pongan a prueba, ponerse en camino es arriesgar". Así hicieron, por ejemplo, el profeta Elías, Jeremías o Job, explicó el Papa.
Sobre permanecer quieto, el Pontífice puso el ejemplo del Evangelio proclamado, en el que los escribas y fariseos ponen a prueba a Jesús porque sus discípulos comían sin haber realizado los rituales de la purificación.
"En el Evangelio, Jesús se encuentra con gente que tiene miedo de ponerse en camino y hacen una caricatura de Dios. Es una falsa carta de presentación. Estos que no son inquietos han silenciado la inquietud del corazón, pintan con los mandamientos de Dios y olvidan a Dios: 'Ustedes, dejan de lado el mandamiento de Dios, observan las tradiciones de los hombres', y así se alejan de Dios, no caminan hacia Dios y cuando tienen una inseguridad, inventan o hacen otro mandamiento".
Quien actúa así, hace un "camino entre comillas", un "camino que no camina, un camino quieto".
"Hoy la liturgia nos hace reflexionar sobre estos dos textos: dos cartas de presentación. Aquella en la que todos estamos, porque el Señor nos ha hecho así, y aquella que dice: 'ponte en camino y tendrás conocimiento de tu identidad, porque eres imagen de Dios, has sido hecho a semejanza de Dios. Ponte en camino y busca a Dios'. Y otra: 'No, estate tranquilo: cumple todos estos mandamientos y esto es Dios. Este es el rostro de Dios'".
"Que el Señor nos dé a todos la gracia de la valentía de ponernos siempre en camino para buscar el rostro del Señor, aquel rostro que un día veremos y que aquí en la tierra debemos buscar", expresó.