Un intenso debate se ha generado en Chile en los últimos días por el proyecto de despenalización del aborto presentado por la Presidenta Michelle Bachelet.
Al respecto ACI Prensa conversó con el Padre Francisco Astaburuaga, Asesor Permanente del Consejo Académico Pastoral de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien aseguró que el proyecto "en sí mismo, es pura y simplemente la legalización de un genocidio silencioso como han señalado algunos políticos".
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"De igual modo se trata de una acción deliberada para causar la muerte de inocentes, aplicando los mismos criterios de Hitler que asesinaba a enfermos e inviables", resaltó.
"Si la norma se llega a aprobar en definitiva, provocará una escalada de abortos como un efecto cascada. Aquí, más bien, la gran tarea y responsabilidad es educar a la sexualidad y el amor de manera integral. Dar soluciones simplistas a problemas graves, agrava los problemas. Y deja una herida, sin curar, de muertes y traumas psicológicos a causa del síndrome post aborto. Y de esto el Estado, ni el gobierno actual, se harán cargo", explicó el sacerdote.
Recordó asimismo que "el Papa Francisco ha señalado también que 'no es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana".
De aprobarse este proyecto, dijo a ACI Prensa, este tendría un "efecto devastador (en las familias) porque cada aborto siembra muerte y deja heridas psicológicas de las que, prácticamente, es casi imposible sanarse".
"También provoca el síndrome post aborto no sólo a la mujer y madre que abortó sino que a los hijos por nacer en el futuro y que como hermanos de uno abortado se sentirán como hijos de reemplazo. Esto tiene graves consecuencias para el desarrollo humano y afectivo de las futuras generaciones".
"A lo anterior se debe agregar que todo cómplice en estos delitos –especialmente en el entorno familiar– sufrirá iguales consecuencias. Así, aumentan los suicidios, el alcoholismo, la drogadicción y el rompimiento de relaciones de pareja entre aquellos que han abortado. La naturaleza es sabia, pero cuando se la violenta con crímenes atroces, se cobra revancha y pasa la cuenta", enfatizó.
"No hay para qué tener una ley de aborto. Menos, como se pretende en Chile, pues se transformará –aunque el gobierno diga lo contrario– en una ley a todo evento como ya ha sucedido en otras partes del mundo", recalcó el Padre Astaburuaga.
Declaraciones "confusas e irresponsables"
El sacerdote jesuita Felipe Berríos, ex capellán de la organización Un Techo para Chile, que ha causado polémica en otras oportunidades defendiendo el matrimonio homosexual y criticando la canonización de San Juan Pablo II, dijo recientemente a Radio Cooperativa que hay diferencias en lo que se considera el inicio de la vida, cuestionando cuándo es el momento en que "esas células vivas humanas pasan a ser persona".
Berríos también dijo: "Si yo considero el momento de la fecundación propiamente tal, que ahí está el alma que lo hace ser persona, bueno ¿qué pasa entonces con los gemelos? ¿yo comparto el alma con mi hermano?".
Sobre esto, el Padre Francisco Astaburuaga, afirmó que las preguntas que Berríos plantea, "haciéndolas aparecer en definitiva como respuestas, siembran la duda y adolecen de una grave ignorancia con relación a la ciencia biológica y el desarrollo del embrión humano".
"En efecto, en el primer estado de la generación humana llamado cigoto, se debe saber que éste contiene células llamadas 'totipotenciales' que se pueden transformar en un nuevo ser humano distinto del primero. Ahora bien, decir en tono de pregunta que se comparte la 'misma alma' con el gemelo, es ridiculizar a la ciencia biológica que ya ha resuelto cuál es el origen de los gemelos. Y desde ese dato científico, se puede concluir, que se trata de dos personas humanas distintas", enfatizó el P. Astaburuaga.
Agregó que estas afirmaciones de Berríos le parecen "confusas e inexactas y, como tales, gravemente irresponsables con relación al derecho a la vida. Más aún si te trata de un ser indefenso por nacer y cuyo único lugar de protección –por excelencia– debiera ser el vientre materno".
Otro que dio declaraciones en estos días fue el sacerdote Mariano Puga, quien también ha expresado similar apoyo al "matrimonio" gay en otras oportunidades, quien afirmó a un medio que "los que más se oponen (al proyecto de aborto) son los que menos se preocupan de cuándo esa guagua (bebé) nace".
Sobre esto, el Padre Astaburuaga dijo que está "en absoluto desacuerdo con tales afirmaciones por cuanto he trabajado por más de 25 años acompañando madres con embarazos no deseados, niños enfermos y madres que han abortado".
"Con todo el respeto que él me merece, lo invitaría a conocer el Proyecto Esperanza desde donde ayudamos a madres que han abortado. El Movimiento Anónimos por la vida donde recibimos madres con embarazos complejos por diversas causas, la Fundación Chile Unido que acompaña a madres para que tengan a sus hijos y no aborten y una larga lista de ONG y fundaciones donde nos hacemos cargo de esos hijos por nacer. Y no damos soluciones simplistas, ni slogans políticos para ser más escuchados", explicó.
Finalmente, el sacerdote Astaburuaga dijo que "la defensa de los derechos humanos es sin nombre, ni apellido. Si la Iglesia los defendió antes, los debe seguir defendiendo ahora y siempre. El niño por nacer no tiene ideología, sino que el derecho inalienable a vivir y nadie, bajo ninguna circunstancia, se lo puede prohibir", finalizó.