Luego de su aprobación hace unos días en la Cámara de Diputados, el Senado ratificó, con 25 votos a favor, 6 en contra y 3 abstenciones, la ley que permitirá las uniones homosexuales en Chile. Para que sea promulgada requiere ahora la firma de la presidenta Michelle Bachelet.
Esta ley tiene por objeto regular los efectos jurídicos de la convivencia de dos personas heterosexuales o dos personas homosexuales.
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La iniciativa ha sufrido varias modificaciones, tanto en su fondo como en su forma. En un principio, se llamó Acuerdo de Vida en Pareja (AVP); luego se llamo Pacto de Unión Civil (PUC) y finalmente terminó llamándose Acuerdo de Unión Civil.
La comisión mixta que corrigió el proyecto hizo cambios en la regulación de la custodia de los hijos, y acordó que sería el juez de familia el encargado de velar por el interés superior del menor. En este sentido, el AUC otorga los mismos derechos de custodia tanto a los progenitores como a la pareja de la unión civil.
Asimismo, se estableció la posibilidad de disolución del acuerdo, se aclararon temas de patrimonio y se estableció que aquellas parejas homosexuales que contraigan matrimonio en el extranjero podrán ser reconocidas en Chile.
Las organizaciones pro gay en tanto celebraron esta aprobación y dieron a entender que sería el primer paso para otros cambios más radicales.
Al respecto, el senador Fulvio Rossi, del Partido Socialista, declaró a El Mercurio que: "éste es un paso muy grande para nuestra democracia. Avanzamos de manera decidida hacia el matrimonio igualitario. Esta votación es expresión de un cambio cultural profundo que ha venido experimentando la sociedad chilena".
Por su parte senadores de oposición al gobierno de Bachelet consideraron que este tipo de acuerdos civiles debilitan la familia.
La senadora del partido Unión Democrática Independiente, Jacqueline Van Rysselberghe, en entrevista con El Mercurio, anunció que votaría en contra del proyecto, porque "debilita la figura del matrimonio entre parejas heterosexuales".
En este sentido, Cristóbal Aguilera, asesor legislativo de Comunidad y Justicia, declaró a ACI Prensa que "el estado, al regular el AUC, lo que hace es promover ese tipo de uniones y, al promoverlas, compiten directamente contra el matrimonio, debilitándolo".
Agregó que "al ser tan superficial la unión que regula este acuerdo, probablemente muchas relaciones que se hubieran casado, ahora se irán por el AUC, afectando a la familia chilena y, principalmente, a los hijos".
Tanto Van Rysselberghe como el senador Iván Moreira, de la misma bancada UDI, denunciaron que las organizaciones promotoras de la norma han acusado de "homofóbicos" a quienes decidieron votar en contra del proyecto.
Al respecto Van Rysselberghe dijo que "se trata de caricaturizar a quienes no estamos de acuerdo con esto".
Moreira también declaró, en el mismo diario, "nadie odia a nadie, el clima de intolerancia lo imponen ustedes, la Nueva Mayoría (coalición de gobierno), porque incluso tienen todos los votos. Es una cuestión de conciencia para quienes creemos que el AUC no es bueno para la sociedad. Pero no pueden pretender que nosotros no defendamos nuestra visión distinta".