El Secretario de Estado emérito del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, señaló que "la Santa Sede ha contribuido eficazmente" al histórico restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
El Cardenal Bertone, que ha establecido relaciones con Cuba a lo largo de tres pontificados, ha visitado la isla en cinco ocasiones, por lo que conoce bien el proceso interno de apertura progresiva que el país está experimentando.
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Su visita más reciente a la nación fue del 4 al 12 de diciembre de 2014, una semana antes del anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Durante esa visita, el Cardenal Bertone se reunió con las principales autoridades del país.
En entrevista con ACI Prensa, el ex Secretario de Estado del Vaticano subrayó que "pese a la apariencia de que el status quo estaba 'congelado', el proceso de apertura estaba en acción y continuidad, de forma gradual e inexorable".
El Cardenal agregó que en el contexto actual, considerando los nuevos avances, una visita a Cuba "del Papa Francisco sería esperada y bien recibida".
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas es "el resultado de un largo trabajo de preparación, que se llevó a cabo en múltiples niveles", dijo.
El Cardenal Bertone destacó que este proceso se vio "posteriormente acelerado por el hecho de que tanto Estados Unidos como Cuba tuvieron un interés convergente en hacerlo", y luego se llevó a cabo gracias a "la mediación sabia y bien recibida del Papa 'Americano', Francisco. En este sentido, la famosa declaración 'Todos somos americanos' puede ser muy bien interpretada".
El ex encargado de la diplomacia vaticana subrayó que "la Santa Sede ha contribuido eficazmente a la distensión histórica entre Estados Unidos y Cuba, tal como lo ha reconocido abiertamente el presidente estadounidense Barack Obama y el presidente cubano, Raúl Castro".
Por otra parte, el Cardenal Bertone también destacó la "importancia del papel de Canadá, uno de los pocos países del hemisferio americano que mantuvo relaciones diplomáticas con el régimen cubano después de la revolución de 1959".
La Santa Sede, recordó, también ha "mantenido relaciones diplomáticas con Cuba después de la revolución de 1959".
"La Iglesia no se quedó atascada en quejas estériles, sino que ha continuado sus acciones pastorales, a pesar de algunas limitaciones y de la pobreza de herramientas a su disposición, y gracias también a la continua cooperación de las Iglesias hermanas en Europa y América", destacó el Cardenal Bertone.
El Cardenal recordó que "paso a paso, mediante el uso de los crecientes espacios de libertad de culto, la Iglesia en Cuba ha intensificado la educación catequética así como la presencia en el mundo de la cultura y en el cuidado pastoral de los jóvenes, proporcionando contenidos e ideales a una sociedad que estaba desmotivada y, en ocasiones, privada de valores".
Ya que la falta de valores es "una preocupación que tanto la Iglesia como la sociedad civil comparten", la sociedad civil cubana abrió cada vez más espacio a la Iglesia, otorgando el consentimiento al aumento de sacerdotes, religiosos y religiosas provenientes del extranjero.
El Cardenal Bertone recordó que "una apertura progresiva hacia la Iglesia se vio especialmente en dos decisiones: la autorización de ejercer la pastoral para los reclusos y el acceso a los espacios en los medios de comunicación".
El ex Secretario de Estado del Vaticano expresó su deseo de que estos espacios se "sigan ampliando para que la Iglesia pueda ofrecer su ayuda a la sociedad cubana".
Traducido por Bárbara Bustamante