Por Álvaro de Juana
Las hermanas de las Siervas de María esperaron durante horas a que llegara el Papa Francisco a la Catedral de la Inmaculada Concepción de Manila para la misa que celebró junto a los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas de la diócesis.
Apenas le vieron unos minutos cuando llegó en papamóvil, descendió de él, saludó a los niños vestidos como guardias suizos y entró en el templo. Sin embargo para ellas fue suficiente. La hermana María Ángeles nació en Toledo, España, y lleva en Filipinas desde 2006. "Trabajamos en las escuelas medias de Barangay, un barrio de contrastes donde vive gente muy pobre y otras con mejor nivel de vida", relató la hermana Ángeles a ACI Prensa.
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"Tenemos tres casas, novicias y al día de hoy tenemos muchas vocaciones", explicó a la vez que señalaba al resto de sus compañeras.
La religiosa indicó también que "vamos donde hay necesidad o donde la congregación necesita", por ejemplo "yo primero estuve en España, después en Inglaterra y allí surgió la necesidad de venir aquí".
Las Siervas de María están abriendo en Filipinas en los últimos años Clínicas de Caridad, es decir, clínicas para los más necesitados. "Cuidamos a los enfermos en sus propias casas", contó.
"Aquí la sanidad no es muy buena y hay unos servicios muy deficientes, por eso vamos a sus casas y les atendemos", dijo sor Ángeles.
En su comunidad de Manila son ahora 26 hermanas, entre las que hay dos españolas y el resto son de México, Puerto Rico, República Dominicana y Filipinas.
La religiosa cree que la visita del Papa Francisco "va a hacer resurgir la fe Filipinas, que es un pueblo muy católico".
