El Papa Francisco agradeció emocionado el regalo de Santa Teresita del Niño Jesús que recibió durante el vuelo papal de Sri Lanka a Filipinas y reveló que en oración "pidió una rosa" a la santa francesa pero en cambio "vino ella misma a saludarme".
La periodista de Paris Match, Caroline Pigozzi, regaló al Papa una imagen plateada de la santa en bajo relieve.
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O baixo-relevo de #SantaTeresinha foi dado ao #Papa por Caroline Pigozzi, do Paris Match, durante o voo #Filipinas pic.twitter.com/a7BRK5l8Yx
- ACI Digital (@acidigital) enero 15, 2015
"Cuando no sé cómo irán las cosas, tengo la costumbre de pedir a Santa Teresa del Niño Jesús, que lleve el problema en sus manos, algo así, y que me envíe una rosa", explicó el Pontífice en la rueda de prensa durante el vuelo que lo llevó a Filipinas.
"Le pedí también por este viaje, si lo podía tomar en sus manos, y si me podría enviar una rosa, pero en cambio vino ella misma a saludarme", señaló.
El Pontífice agradeció a la periodista por el regalo: "Gracias a Caroline y gracias a la pequeña Teresita y a todos ustedes".
#PapaFrancisco: Pidamos a Santa Teresa del Niño Jesús la capacidad de amar mucho a la Iglesia http://t.co/I6e6y1Yh05 pic.twitter.com/Za6zFYki8B
- ACI Prensa (@aciprensa) octubre 2, 2014
Nacida en Alençon, Francia en 1893, a Santa Teresita se le conoce como "La Pequeña Flor" o "Teresa del Niño Jesús".
El Papa (@Pontifex_es): "No se puede provocar" ni "ofender" a la religión http://t.co/hky6xm7PTM pic.twitter.com/lMpUCSUQa3
- LaVanguardia.com (@LaVanguardia) enero 15, 2015
Santa Teresita, religiosa carmelita, entró al convento a la edad de 15 años, llevando una vida sencilla y de santidad, haciendo todo con amor y con una confianza filial en Dios.
La santa se comprometió a esforzarse a practicar la caridad con todos, especialmente con aquellos que no simpatizaba, realizaba pequeñas obras de caridad cada día, y hacía pequeños sacrificios aunque algunos parecieran poco importantes. Estos actos la ayudaban a una profunda comprensión de su vocación.
Murió de tuberculosis a la edad de 24 años y fue proclamada Doctora de la Iglesia por San Juan Pablo II en 1997, al cumplirse el centenario de su muerte. Así se convirtió en la tercera mujer en recibir este título, después de Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Ávila.
Desde su muerte, millones se han inspirado en el "caminito" de Santa Teresa, que es el de amar a Dios y al prójimo.
Muchos milagros se han atribuido a su intercesión que coincide con la predicción que hizo durante su vida terrena: "pasaré mi cielo haciendo el bien en la tierra".
En uno de sus escritos la Santa afirma: "usted sabe muy bien que el Señor no ve tanto la grandeza de nuestras acciones, ni siquiera su dificultad, pero ve el amor con el que lo hacemos".