Los obispos españoles presentaron su mensaje para la Jornada del Emigrante y Refugiado que tendrá lugar el próximo 18 de enero bajo el lema 'Una Iglesia sin fronteras, madre de todos'.
Mons. Ciriaco Benavente, Obispo de Albacete y presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones declaró a ACI Prensa que "actualmente se habla mucho de fronteras y a veces la inmigración se la puede contemplar casi como una agresión, pero el lema de la Jornada resume el espíritu de una Iglesia sin fronteras, una Iglesia Madre que acoge siguiendo el modo hacer de Jesús".
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El Obispo de Albacete aseguró que los flujos migratorios y su regulación son un problema de difícil solución ya que "por una parte hay que intentar regular la entrada, como derecho de los Estados, pero hay que saber que cuando se procede de una situación de profunda necesidad la inmigración no es un capricho", por lo que ha animado a acoger a las personas que vienen "huyendo del hambre que no conoce fronteras ni límites".
En ese sentido el sacerdote jesuita José Luis Pinilla, director de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, ha destacado que se está pasando de la ayuda al emigrante a la atención de los refugiados "porque muchos de los perfiles de los extranjeros que llegan a España de alguna manera, se está transformando en la realidad de dar refugio".
España es el quinto país de entrada irregular de inmigrantes, según ha destacado el P. Pinilla quien además ha subrayado la importancia de pasar de la acogida del inmigrante al trabajo de la integración y la comunión de quienes entran en nuestro país.
En un comunicado con motivo de esta Jornada los obispos españoles han insistido en el mensaje "estimulante, luminoso y profético" que el Papa Francisco ha dirigido a toda la Iglesia en la que invita a "contemplar a Jesús", y a sorprendernos "por su solicitud en favor de los más vulnerables y excluidos, a reconocer su rostro sufriente en las víctimas de las nuevas formas de pobreza y esclavitud, a acoger su palabra, tan clara y tan contundente: 'Fui forastero y me hospedasteis'".
Por eso, los obispos españoles han señalado en su mensaje que ante el fenómeno migratorio "hay que responder con la globalización de la caridad y de la cooperación", lo que implica "intensificar los esfuerzos para crear condiciones de vida más humanas en los países de origen y una progresiva disminución de las causas que originan las migraciones, sobre las que hay que actuar". De esta manera desde la Comisión de Migraciones de la CEE insisten en "desarrollar mundialmente un orden económico-financiero más justo y equitativo".