El Obispo de Mar del Plata (Argentina), Mons. Antonio Marino, dio la bienvenida a los turistas que llegan en estos días a la ciudad balnearia y a las localidades de la Costa Atlántica y les compartió una reflexión sobre cómo vivir más plenamente el tiempo de las vacaciones.
"No caben dudas de que el cambio geográfico, el mayor tiempo otorgado al descanso físico, las charlas en familia o entre amigos, la sana lectura, el descubrimiento de nuevos lugares, la vida al aire libre, el sol, las playas o las sierras vecinas, ayudan mucho a lograr la distensión legítima y deseada", destacó.
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Sin embargo, recordó que queda "un aspecto fundamental que no podemos olvidar. Jesucristo ha dicho: 'Yo he venido para que las ovejas tengan Vida y la tengan en abundancia'", recordó y agregó: "En cada uno de nosotros está presente el anhelo de una calidad de vida superior a la que experimentamos en el combate cotidiano. Pero debemos preguntarnos en qué valores ponemos esa calidad de vida".
El Prelado sostuvo que "las condiciones externas pueden ayudarnos a lograrla, pero si sólo en eso hacemos consistir la felicidad a la que tendemos, al cabo de un tiempo descubriremos que estuvimos construyendo sobre arena movediza y que el edificio puede terminar en ruina".
"Jesús nos propone una 'Vida en abundancia'. Promete una paz mucho más estable. Escuchar sus palabras y ponerlas en práctica nos vuelve semejantes al 'hombre sensato que edificó su casa sobre roca'", recordó.
En ese sentido, invitó a las personas a buscar a los sacerdotes, "dispuestos a escuchar a quienes quieren abrir la propia conciencia y encontrar la paz anhelada". Además, alentó a acercarse "a quienes están alejados desde hace años de la práctica de su fe, por cualquier motivo que fuese. Deben saber que los sigue esperando una gran bondad, una gran misericordia. Lo que cuesta es porque vale y Jesús no oprime sino que libera con la verdad".
"Y a quienes por gracia de Dios conservan su vida de fe y su unión habitual con el Señor, recuerden que nuestro Maestro nos pide siempre más: 'Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo'. Si hacemos mantenimiento y reparación de los desperfectos de la casa material que nos alberga, ¡cuánto más cuidado debemos poner en el buen estado de nuestra morada interior!", indicó.
Por su parte, aseguró que visitará las parroquias para celebrar la Misa y saludar personalmente a los fieles.