El Arzobispo Emérito de Corrientes (Argentina), Mons. Domingo Salvador Castagna, señaló que el año nuevo que se ha iniciado es hasta el momento un capítulo en blanco que depende de cada persona llenarlo de buenas obras o no.
El Prelado advirtió que en la actualidad "se ha perdido el sentido de Dios. Algunas manifestaciones de la vida moderna constituyen la negación del Dios que está antes, durante y después de nuestra vida terrenal".
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En ese sentido, recordó el llamado del Papa Francisco a recurrir a la sabiduría de los ancianos. "La incapacidad de presentar una síntesis, como la formulada por (el apóstol) Juan, tiene relación directa con la pretensión perjudicial de empezar de nuevo, como si la historia no tuviera pasado, presente y futuro. Esto ocurre en el ámbito de la política, también de la Iglesia, causando una sucesión de rupturas, que impide el legítimo progreso. Por ello, nos encontramos inexplicablemente varados en el camino".
"Si siempre estamos comenzando, negando la validez de los aciertos del pasado y no asumiendo los errores y limitaciones del presente, nos hacemos responsables de una desorientación que afecta a toda la sociedad", señaló.
Mons. Castagna indicó que en estos días "se ha abierto el capítulo de nuestra historia con una numeración que se interna en el tercer milenio: 2015. Está en blanco".
"Corre por nuestra cuenta llenar sus páginas de buenas obras o borronearlas sin piedad con nuestros crímenes e injusticias. Dios calificará nuestra personal composición. Se piensa poco en hacer un buen trabajo y, es de temer que muchos, se presentan ante Dios con sus malas e descalificantes historias personales", expresó.